martes, 27 de septiembre de 2022

EL PERRO INGLÉS

 


Querido S:


Desde una profunda heterosexualidad, os tengo que decir que solamente una vez he sentido, de verdad, ganas de ser mujer. Os cuento.


Como bien sabéis suelo parar con el camión en una modesta fonda que hay en Fuente La Higuera, os recomiendo de ella, sobre todo en invierno, una sopa de garbanzos más que exquisita. El caso es que quien está a cargo de dicho negocio, es la exuberante Martina, poseedora de una caderas poderosas a tiempo completo , y que la hacen especialmente atractiva, además de su licenciatura en Filosofía griega, por supuesto a mi también me atrae tanto su intelecto como su físico, aunque como bien conocéis estoy en otra cosa. Así pues paré allí a comer un poco antes de llegar a casa y de repente en la televisión sacaron unas imágenes de un programa de principios de los años setenta en la que se veía al gran Frank Sinatra cantándole a la ya madura, pero todavía bella, Ingrid Bergman la canción “As time goes by” (A medida que pasa el tiempo), el tema principal de la banda sonora de la película “Casablanca” y al finalizar apareció el no menos grande Gary Grant, y ELLA salió del estudio del brazo de ambos.


Lo reconozco Sire, en ese momento me hubiera cambiado por Ingrid Bergman para salir del brazo del brazo de ellos dos. Pero hay que ser muy mujer para salir con la prestancia que lo hizo ELLA con semejantes hombres.


Por desgracia ha sido un viaje de vuelta triste, porque ha muerto el Perro Inglés. Leía todos los domingos su artículo en El Pais Semanal, no lo hacía por estar más o menos de acuerdo con él, si no porque me interesaba, porque al final lo importante es que nos interesen las cosas, o las personas que dicen cosas interesantes.


Me lo imagino en el Limbo, como la gran mayoría de personas que tenían a bien venir a visitarme, mi padre, Paco, El gran Viejo Lobo, que por cierto tenía aquello revuelto, porque aunque era, como quien dice, un recién llegado, ponía todos los días a toda pastilla, a Peret.

Mi padre, como persona de orden, igual que el Gran Viejo Lobo, era más de hacer gachasmigas.


En fin tendrán una buena liada allí arriba.


Recuerdo en cierta ocasión a finales de los ochenta, estando en la Villa y Corte, en uno de los locales de moda, tomando un combinado, de aquellos espantosos que tomaba en esa época, cuando el Clásico me dio un codazo y me dijo con enorme amabilidad:


-¡Eh tú Pastranas,! “el tronco”quiere vayas. Desde luego, eres un tío coñazo, nos espantas a las mozas, no entiendo como le caes bien .


Tras decirme “esto” continuó embelesando a la dama con la que estaba, por cierto, una señora de Alcazar de San Juan que hacía poco tiempo había aprobado una oposiciones de abogado del Estado, en fin un “cerebrito”.

Fui donde estaba el Príncipe. Se encontraba escribiendo unos versos.


-Pupu,- me dijo- Paco me ha pedido que desafíe al “angloaburrido” ese del joven Marias a escribir un soneto romántico con rima consonante en los versos impares, y rima asonante en los versos pares. Sólo me ha costado media hora, lo que pasa es que estas amables señoras me han entretenido un poco.


-Y una mierda- bramó Paco detrás de mí- el anglojodido de los cojones, también ha tenido a alguna gruppi de esas alrededor, por supuesto menos que yo, que para eso soy más guapo y brillante que todos vosotros juntos. -Anda Pupu- me dijo -traeme una botella de agua de Vichy de la barra, di que vas de mi parte.


Así que empezó la “justa literaria” entre ambos, el Joven Marías y el Príncipe, evidentemente ganó el Príncipe, a todos los efectos. Pero el Joven Marías era todo un señor y reconoció su derrota y no sólo eso sino que en homenaje al vencedor quiso dar un pequeño discurso.


-Damas y caballeros – comenzó- tengo que reconocer mi derrota ante este alevín del Amor y de la Literatura, que tiene lo reconozco, más talento que yo. Sí, voy de intelectual, y de guaperas, pero esta noche me he dado cuenta que no soy ni una cosa, ni la otra. Creo en la Literatura densa, difícil de entrar, pero no de entender. Esta noche el Príncipe ha vencido, aunque tenga un mentor, cuyo único mérito es ser el mejor prosista de la lengua española. En otro orden de cosas pienso que el Amor esta sobrevalorado, se dicen cosas “tremendas” respecto al mismo, como que nos hace mejores, por supuesto que respeto a quien piensa así pero no soy de la misma opinión. No nos engrandecen las victorias o las derrotas, sino los adversarios y le auguro a mi “joven contrincante” (y aquí engolo la voz), un futuro más que prometedor como poeta, prosista, amante, intelectual y futbolero. Y aquí me permito hacer una “pequeña y cariñosa observación” al joven Principe….(el silencio se cortaba con un cuchillo), en el quinto verso la rima ha sido asonante y en el sexto ha sido consonante.


La concurrencia, casí todas señoras, empezó a aplaudir al Perro Inglés, y mi amigo, el Príncipe, se sonrió y me dio la impresión que hasta se emocionó.


-Es el mejor, se ha dado cuenta – dijo el Príncipe- .


Pero sin embargo a Paco no le hizo gracia.


-Joven Marías –dijo gritando – vete a tomar por el culo.


- Gracias querido Paco- contestó el joven Marías – . ¿Es un ofrecimiento o un deseo?.


Tras decir estas palabras el Perro inglés se fue con una hermosa señorita que le acompañaba.


Paco se volvió hacia mi y me dijo- es el mas grande-. Por supuesto me quede sorprendido.


-A ver Pupu, no te enteras- me dijo Paco- la literatura no es un arte, es más que un sacerdocio. Se es literato, las veinticuatro horas del día, todos los días del año, despierto, dormido. Sí, ya se que eso le hizo gracia a tu tía, y que por eso no me hizo ningún caso. Pero es así, hay que darse a conocer, como sea, liarla, escribiendo, actuando. Por supuesto, aquí lo que importa es que todos compren lo que publicas, pero que sólo te entiendan unos pocos, eso sí ,esos pocos tienen que correr la voz. Puro marketing ¡coño!


El Principe y yo, escuchábamos extasiados al Maestro.


-Por cierto Principe, no te mando a tomar por culo, porque afortunadamente has encontrado a tu Princesa, y nos dejas el camino libre al clásico y a mi para seducir a las señoras. Y además tienes mucho talento, pero que esto no se repita- dijo esto último guiñándole un ojo al mismo tiempo al Principe.


-Ya ves soy un don nadie – me dijo el Príncipe -.


- Pues yo quiero ser un don nadie como tú- le contesté-.

-Adjudicado- me dijo él.


En fin han pasado tanto años, pero aún lo recuerdo.


En estas noches de insomnio, después de algún viaje, siempre me llama el Gran Viejo Lobo, por supuesto y con toda la razón para echarme la bronca. La última vez me acuerdo que me dijo:


-Estoy muy enfadado contigo, porque no sabes todo lo que te aprecio, y tendrías que saberlo.


-Yo sé que usted me aprecia, no se preocupe.


-Lo sé, pero tendrías que saberlo más, y por eso estoy enfadado. Afortunadamente, aquí, en el limbo, me dejan poner la música de Peret todas las noches, y además el aire acondicionado funciona bien, y no como esa mierda de ahí. Ademas tu padre hace unas gachasmigas de puta madre, y aunque como sabes a mi me gusta cenar o comer sólo, nos juntamos muchas veces los dos a la mesa, por cierto tu padre es muy lento para comer, siempre lo hace con mucha tranquilidad. Nos reímos mucho porque me cuenta que cuando él hacia en casa las gachasmigas te quejabas de que siempre te salían a tí los ajos y a él nunca. Bueno me tengo que ir que quiero ver el partido del Atleti.


Así era siempre el Gran Viejo Lobo, sujeto verbo y predicado, para decirte que sentía afecto por tí lo tenía que decir con tono de mala leche y por supuesto cuando ya lo había dicho todo se iba, así porque sí.

Y aquí seguimos, sobreviviendo, pero aspirando a vivir, con más camino recorrido, que por recorrer, con sereno temor y con ilusión sin futuro. Y aunque el maestro Benet dijo que “nunca llegaremos a nada” espero que el barquero tenga misericordia de mí, pero si no la tiene que le vayan dando.


Besos desde la madriguera.


Saludos. E.

1 comentario:

Ludwig dijo...

Señor Francotirador,

Cualquiera que le lea creerá que usted se ha tomado alguna droga de nuevo diseño. En mi caso se que es mucho más grave. Está usted como una cabra y rumbo a peor como decía Samuel Beckett. Aunque si algo siempre me gustó de usted es su entusiasmo, un tanto ingenuo, pero a la vez apasionado y divertido.

Le agradezco mucho su recuerdo al Gran Viejo Lobo, siempre le tuvo a usted en muy buen consideración.

Valoro su homenaje al angloaburrido de Javier Marías como le calificaba Umbral.

Y en esta ocasión, para terminar, estoy de acuerdo, en aquello de nunca llegarás a nada, a propósito de Usted, de nuestro admirado y poco leído Juan Benet.