jueves, 3 de diciembre de 2020

EL PUTO VOCARE. 1ª PARTE.


 

Querido S:

      Hay cosas que se tienen como ciertas, pero en verdad no lo son. Francisco Umbral nunca quiso ser académico de la Real Academia de la Lengua Española. Él, como Valle Inclan, sí que podría haber dicho presumiendo, "tengo el honor de no ser académico de la Lengua". Y todo esto lo se porque tengo información de primera mano de la que seréis conocedor, estoy seguro.


      Según parece Umbral fue invitado en cierta ocasión a un ágape culinario-cultural-whisiskyco, con algo de lo primero, bastante de lo tercero y nada de lo segundo, en el que había algunos importantes miembros de la Academia.


      El caso es que Umbral le pidió a cierta dama de colegio de monjas, con la que, según "él", intimó convertida después en progre de pandilla basura, valga la redundancia, un trozo de su tallo vaginal, raíz incluida, para llevarla en la solapa. En fin con semejante "aderezo", se presentó el Maestro en el citado acto, al rato se le acerco un Prelado de alta graduación vaticana y le dijo "oiga usted, eso que lleva en la solapa parece un coño".


      La pregunta del millón, ¿por qué la angustia del ciclo vital de la existencia?, es una cuestión de importancia, pero menor, con franqueza no se si volveré a ella.


      El Viejo Lobo, esta maquinando una gran acción político-propagandística-filósofica-parnasiana. Según parece es su intención emparejar a cierto familiar de mi entorno más cercano y del sexo femenino, trasmutada de chica yeye a vieja gloria del Hollywood sesentero y alternativo, con cierto insigne escritor, serrano para más señas, y que según Umbral "gusta a las mujeres". Me decía el Maestro que él concebía esta unión, como copia o remedo de aquella que intentó, con evidente fracaso, EGC cuando se desplazó a Alemania para conseguir que renaciera el viejo Imperio Románo-Germánico, a través de la Unión entre un joven y gallardo príncipe de raíces austríacas con una hermosa princesa española de la catolicidad. El resultado como diría nuestro tío lejano Wittgenstein, del que no he leído nada, fue UNA PUTA MIERDA.


      "El gallardo príncipe de raíces austríacas", no era otro que un desequilibrado con aíres de grandeza, medio tullido en sus partes genitales y totalmente tullido en sus partes cerebrales, pero que fue aclamado como un Dios por Alemania a la que llevo al desastre total.


      Y sobre la "princesa española de la catolicidad", como español y caballero sólo puedo decir que entre sus virtudes no estaba en absoluto el de la belleza. En fin un enorme desatino.


      Pero sin embargo el Viejo Lobo, no iba fracasar en tamaño empeño, y había pergeñado un brillante plan para llevar a buen fin sus propósitos.


      Todo ello me lo explico brillantemente en su Residencia, a la cual suelo acudir el último viernes de cada mes, para hacerle saber el estado de sus cuentas financieras. Por otro lado así también tengo la oportunidad de saludar a su fiel Edecan, mi "admirado Osmín", joven mochilero de la Administración Pública valenciana, donde presta sus servicios y donde como siempre, y presumiendo, va de fracaso en fracaso hasta el desastre final.


      Excelencia, Vos sabéis que me he prometido a mi mismo no pronunciar "esa palabra", salvo en presencia de ELLA, por ello siempre digo "ese sentimiento tan misterioso e indescriptible", así es y así será hasta que el hijo de puta de Caronte tenga lo que hay que tener para venir a buscarme. En ese momento, le estaré esperando serenamente, o tal vez gimiendo de terror como una ramera (lo más seguro) que diría el australiano.


      Sólo se puede hablar, con conocimiento de aquello que se conoce, y yo conozco a fondo el fracaso en lo referente a ese "sentimiento tan misterioso e indescriptible", tal vez por eso "Su persona" me había encomendado esta misión. El Viejo Lobo, me dio una serie de escuetas, pero claras instrucciones para actuar como simple auxiliar de Celestino en esta gran empresa.


      Una de las innumerables razones por la que me siento  a gusto, cuando tengo el honor de visitar esta embajada del Reino del Parnaso, donde vive el Viejo Lobo, es la gran cantidad, calidad y variedad del atrezzo que decora su morada.


      Nada más entrar en su despacho, en la pared que esta detrás de su mesa, tiene una enorme bandera española rojigualda de la Primera República, y en la mesa dos fotos, una de Nietzsche y otra de don Santiago Bernabeu.


      También en el primer cajón de dicha mesa, tiene escondida una foto del Generalísimo Franco con traje de campaña de su época de cadete en la Academia General de Toledo, a la que cada cierto tiempo, y sólo en mi presencia, lanza un beso furtivo y varonil y carente de mariconismo alguno.


      Ese día el Viejo Lobo fue claro conmigo.......


      -He creado este personaje-empezó a hablar después de sacar una bolsita de cierta infusión y ponérsela en su taza- para reírme de toda esa escoria funcionarial. Tenías que verlos, pandilla de fracasados de saldo, auténticos paletos con etiqueta de caducados, y que ni siquiera llegan a la categoría de mierdas. Todo es más sencillo y emocionante con este trasunto de progre a mitad de camino entre un primo segundo de Rodriguez y tio pequeño de Sánchez. Todo esto es mentira, nos engañaron. Hablaron de una falsa izquierda española, que en verdad es salvaje, sin civilizar, envidiosa ignorante, fanática.....como los españoles.


      Paró un momento saco del cajón de su mesa la foto del Caudillo, la besó, y tomo un sorbo de su infusión


      -Los españoles-continuó- sólo son obedientes, hacen lo que se les ordena, siempre con sello oficial, envidiosos, mediocres, maestros en lo ordinario sin clase, y lo peor con ese ramalazo asqueroso de cursis izquierdistas, revenidos en auténtica hez subintelectual.


      De repente el Viejo Lobo, paró en se seco y señalando con el dedo índice hacia arriba, como si se le hubiera olvidado algo algo, se dio la vuelta, descorrio una cortinilla y abrió una caja fuerte de la que saco un anillo, enlazado en un colgante, y me dijo:


      -Con esto podrás ir por cualquier parte del mundo entrar en cualquier sitio , y con libre acceso a lugares prohibidos al resto de mortales. Quiero que lo cojas, y mañana vayas a la estación de tren y te dirijas al anden principal.


      Todo era ignoto para mí, permitidme usar este cursi palabro, pero me gusta más que decir desconocido o simplemente que no tenía ni puta idea.............CONTINUARA.















2 comentarios:

Ludwig dijo...

He acabado de leer su entrada y enseguida me he puesto con Los Males Sagrados de don Francisco Umbral. Saludos desde la cabaña.

Ludwig dijo...

No se si me ha dejado más preocupado su desbaratada entrada o su amenazante continuará...