domingo, 14 de junio de 2020

Y ADEMÁS....MARICÓN.




 
 





Querido S:

    Como persona ilustrada que sois, imagino que conoceréis cierta anécdota de don Camilo José Cela.

    En una época don Camilo, llevaba barba, seguramente para distinguirse más, a pesar de que acaba de ser nombrado académico de la lengua. El caso es que en cierta ocasión se le acercó un joven y le dijo:

    -Dón Camilo me he apostado mil duros con un amigo a que le daría un estirón a su barba, ¿me dejaría hacerlo?.

    Y don Camilo le contestó:

    -Mire joven en esta situación tiene algo a perder y algo a ganar. A perder mil duros, y a ganar una patada en los cojones.

    Vuestra Excelencia sabe, de mi infinito talento, pero no porque lo diga yo sino por lo que dice mi querido amigo el Viejo Lobo. En esto es en una de las tantas cosas en las que no estoy de acuerdo con él, aunque le tengo que agradecer que como ya he dicho en otras ocasiones el Viejo Lobo, usa determinadas expresiones hacía mi que otras personas que no estuvieran inmersos en este proceloso mundo del zurrendio onanístico pseudointelectual consideraría insultos, cuando no es así.

    Tengo que deciros que me emociona enormemente cuando el Viejo Lobo me llama "plagiador diletante", o "trapisondista", aún más cuando me denomina "el fracaso", "poeta de segunda", "pobre infeliz", bueno no sigo porque la emoción me embarga.

    Pero en el último comentario ha hecho mención a que debería de aclararme de una vez con mi posicionamiento sexual, que según él no acepto ni lo he asumido, y que debería salir del armario, vamos que soy un MARICÓN, sí señor con un par porque hay que ser muy macho para ser MARICÓN, así Excelencia, además de FACHA Y CAYETANO, SOY MARICÓN.

    Por todo ello se que voy en el buen camino, cuando mi querido amigo "amablemente" me califica de esa manera, me encanta, lo que es más puedo presumir de ello. Porque el Viejo Lobo no quiere que me acomode, así que en el fondo Sire me esta elogiando, todo esto son pruebas irrefutables. Porque es lo que hay que hacer Sire, lo que es más creo que el Viejo Lobo esta siendo más generoso de lo que debería, pero lo comprendo perfectamente porque esta abrumado por mi enorme talento.

    El Viejo Lobo, ya sabéis es un intelectual, pero de los de verdad, de los necesarios. Es un Maestro de la picaresca, para pasar desapercibido se ha creado un personaje de "progre" que creo, modestamente, ya puedo identificar. El tipo de trasunto que representa es el de "pasionario lameculos". Y lo hace con enorme profesionalidad, incluso se ha creado un paralenguaje apto para la "chusma" funcionarial valenciano, valga la triple redundancia. Y una de sus últimas "ocurrencias" es autodenominarse "bolivariano", cuando precisamente es lo contrario de todo ese "mugriento universo progre", "El libertador"era eso un liberal de pro lo que toda esta chusma izquierdista contemporánea española detesta, vamos es lo que "ellos" llamarían "FACHA Y CAYETANO". De todas maneras Sire, no seré yo el que le diga nada al Viejo Lobo, cuando se perfectamente que él sabe quien fue "El libertador", pero bueno los designios íntimos de los intelectuales son inexcrutables para los simples mortales como yo.

    De todas maneras se que todo obedece a una razón muy profunda. Os lo voy a contar, hace ya tiempo el Viejo Lobo me hizo llegar el borrador de un pequeño relato, por otra parte muy bien escrito, pero lo sorprendente era su contenido, la historia que contaba y que decía bastante, para bien, o por lo menos eso pienso, sobre mi amigo, porque a mi no me engaña el personaje del que habla es él.

    El protagonista es Artemio un brillante funcionario de no se cual Administración, de no se cual país. Torpe, sin querer saberlo en ese sentimiento tan "misterioso e indescriptible", autoengañándose, en tantas cosas y tantas personas, hasta que de repente apareció "ELLA", en ese final de ese principio de un cálido invierno primaveral, con olor a otoño esperanzador. Y, sí, en ese momento lo supo, esa extraña sensación, que sí, era extraña porque era nueva para él, porque su orgullo le había impedido conocerlo.

    Era "ELLA", su éxito, porque la vio, la beso, y la amaría para siempre, y también su fracaso, porque no podía ser para él....de momento.

    Eso era el AMOR, es la serenidad, es la tranquilidad, en medio de todos esos miedos, de esas angustias, esa mezcla de sensaciones, esa parca temida por un lado pero anhelada por otro, porque tenía la certeza absoluta de que en este mundo o en el otro estaría con "ELLA".

    Me dejo sorprendido pero ese en verdad era el Viejo Lobo, y por mucho que se empeñase nunca me podría engañar. A él como a mi, no nos interesaba la realidad en la que cada día nos veíamos obligados a vivir, por eso Artemio había creado otro, un "TERCER MUNDO". Y en se mundo vivía con "ELLA".

    Igual que Cela le dijo a ese mancebo que tenía una cosa a ganar y otra perder, "él" había perdido la fe en Dios o mejor dicho había perdido a Dios, pero la había ganado a "ELLA", que desde luego valía mucho más que Dios, y era real.

Saludos. E.

Besos desde la guarida.


1 comentario:

El Viejo Lobo dijo...

Menuda brocheta de proposiciones sin sentido ensarta usted en está su última entrada, en este blog que no lee nadie, porque usted se ha encargado de ello. Le he llamado a usted de todo, pero nunca pensé que le llamaría trapisondista gay.
Pero de toda maneras le felicito, por dar el paso, no debe ser fácil tomar la decisión de salir del armario.
Pero usted a mí no me engaña. Usted piensa que por dar garrotazos a la piñata o mandar al protenic que empiece la mascletá, ya está todo solucionado. Pues no señor.
Usted, señor Francotirador, es un cobarde y por eso se envuelve en estos sainetes astracnados para hacer creer que su vida es una comedia, cuando en realidad es un psicodrama. A usted le da pavor coger el toro por los cuernos y hacer de una vez una faena digna, que acabe matando al morlaco de buena estocada recibiendo, como hacen los toreros valientes. Usted nunca se atará bien los machos, por qué le falta testosterona y sobre todo le falta Amor, amor hacia Ella para quitar de una vez de enmedio al intercepto de turno.
Y no lo hace porque usted, a su manera es feliz así, siendo el eterno segundón.
A mí no me la da. Usted de maricon no tiene nada. Le van las mujeres, porque es usted un pichabrava, pero le cuesta canalizar el amor, porque , insisto, es usted en este terreno y se lo digo desde el cariño y en alguna medida admiración y con todo respeto, un cobarde.