domingo, 28 de junio de 2020

EL EVENTO.








  Promoción Rubén Darío - Home | Facebook

Querido S:

    Imagino que conoceréis la anécdota de Robert McNamara secretario de Defensa de los Estados Unidos durante las presidencias de John Kennedy y Lyndon B.Johnson. El caso es que McNamara se encontraba visitando un cuartel de las tropas norteamericanas en Vietnam, y le preguntó a un soldado, ante la sorpresa de todo el mundo:

    -Soldado ¿tienen problemas de marihuana en Vietnam?.

     A lo que el soldado le contestó, con total serenidad:

   -No señor, en absoluto. Tenemos marihuana para todos.

    Sire, por fin llego el día, sí "el día", señalado por los astros en que presentamos en sociedad el libro del Viejo Lobo y las andanzas románticas de cierto familiar muy cercano a mí. Su título, del que por supuesto no me hago responsable, porque tanta brillantez es impropia de mi, es "Memorias sentimentales, de una joven dinámica". Como siempre digo "simplemente extraordinario".

    Pero lo verdaderamente extraordinario es como mi querido amigo dejo en mis manos, la organización de tal evento, lo cual demuestra una enorme confianza hacia a mí, además de cierto espíritu insensato de su parte por la misma razón.

    El caso es que es que me ví en semejante trance e intenté salir de la mejor manera posible.

    Allí estaban ese "insigne regimiento" de putañeros, creyentes y temerosos de Dios a partes iguales, aunque sus acciones demuestran lo contrario, con los que periódicamente comparto mesa y mantel además de enseñanzas sobre "ese sentimiento tan misterioso e indescriptible", y a la cabeza de ellos nuestro querido amigo Lutric, eterno seductor, castigador generoso de las féminas, que prestan sus servicios en un determinado sector de la administración española, que por razones de pudor no especificaré. Impenitente buscador de ese equilibro sentimental que todos perseguimos y que raramente encontramos, por ello,él, como hedonista merengón, aprovecha esa "dulce espera", para disfrutar de los placeres de las damas con las que tiene a bien intimar, por supuesto de forma decorosa como cualquier caballero español.

    También como podía ser menos estaban por allí con sus respectivas Damas, "el australiano" y "el señor Aspirante", acompañados como siempre, sin pareja, de nuestro "entrañable Osmín". La verdad es que además de presumir de mis amigos, puedo presumir de las Damas de mis amigos, por su eterna paciente con alguien como Osmín.

    Ya conocéis a Osmín y de verdad que lo lamentó, porque me consta de vuestra paciencia con él. Al contrario que todos nosotros, él no ha encontrado su media naranja, ni siquiera la entera, es un eterno desparejado, eterno perdedor en "ese sentimiento tan misterioso e indescriptible".

    En fin Sire, el caso es que con tantas emociones juntas, el tiempo hasta el inicio del evento se me hizo corto, y conseguí templar los nervios, porque además el Viejo Lobo me pidió que lo presentará.

    Además por si fuera poco, y ante tan magno acontecimiento me vestí como era menester, con mi traje de cabo primero del ejercito del aire español en la reserva, tratando de epatar ante el auditorio, pero sin embargo pase desapercibido, porque el Viejo Lobo, apareció vestido de diplomático, vamos como aparecen esos altos funcionarios cuando presentan las credenciales ante nuestro Rey.

    Si lo hubierais visto, Sire, todas las damas que había allí, se le acercaban, y tan sólo la presencia de su Princesa, con una mirada a mitad de camino entre admirativa y recelosa, les hacía mantener minimamente las formas.
Sólo alguien con el fuste y presencia del Viejo Lobo, podía llevar una indumentaria como esa.

    Así pues una vez aposentados todos, inicie la presentación, hablé por supuesto de mi amistad con el Viejo Lobo, y para animar un poco el ambiente le llame textualmente "el más brillante de todos esos falsos laméculos pasionarios, que engañan al progrerio español", en este punto la mirada inquisitorial de mi familiar, sentada en la mesa de presentación fue paliada, por la sonrisa cómplice del Viejo Lobo y de su Amada Princesa, y por supuesto los espontáneos aplausos de Osmín.

    Como sabéis Sire, en casos como esto no hay que extenderse más alla de lo necesario, porque si no me pasaría como le ocurrió al Maestro Boadella, que en el acto de presentación de uno de sus libros, el presentador en cuestión admiraba tanto al Maestro que consumió 40 de los 50 minutos de la duración del acto presentándolo.

    Por eso, siendo mi admiración aún más mayor por el Viejo Lobo, controle escrupulosamente mi tiempo de intervención, tras lo cual dí paso a mi querido amigo. Así que Sire permitidme que reproduzca textualmente las palabras del Viejo Lobo:

    "Damas y caballeros, es para mi un honor ser presentado por un poeta de segunda, pobre infeliz, pelagatos, fracasado, plagiador diletante, trapisondista sainetero de baja estofa, maricón de saldo, y además, lo cual le hace ser más querido por mí, FACHA Y CAYETANO".

    Sire, decir que el auditorio, puesto en pie aplaudió durante más de 5 minutos, os da una pequeña muestra de la brilllantez del Viejo Lobo, y tengo que decirlo, tanto Osmín, como yo, que somos españoles de bien, y mantenemos las maneras, no pudimos disimular alguna lagrimilla de emoción. Pero continuemos con sus brillantes palabras:

    "Me siento muy honrado por todo ello y además por el honor que me ha dispensado esta Dama, pidiéndome que escribiera sus memorias sentimentales, porque eso es lo que son, una búsqueda del AMOR. Algún querido amigo, lo ha encontrado, a destiempo, pero lo ha encontrado por fin, y eso es lo que importa, estamos rodeados de mierdecillas, esos sí que son fracasados, más bien pobre diablos, la función pública valenciana esta lleno de ellos y sobre todo de ellas. Pero "ELLA", es real, como decía la canción de Serrat, más que el Sol y la Luna, porque es ambas cosas juntas, sí, es la química, eso como el honor se tiene o no se tiene, no hay que buscarlo, porque cuando llega, te das cuentas de todo, es el abrazo, en el que buscas la protección frente a tus miedos, y que hacen que desaparezcan, es el todo, la felicidad, un vacio que llena, un éxito que a veces parece fracaso, porque no te lo acabas de creer, o más bien un fracaso por las circunstancias pero un éxito por ser una realidad tangible, que ni siquiera pueden negar internamente quien lo tiene".

    "¡Claro que da miedo!, porque el Amor puede dar miedo, pero al principio, porque no puede creer en tanta dicha, sin embargo las mentes mediocres, sí, las mentes mediocres, los mediocres, esa caterva de fracasados y fracasadas que nos rodean, y que sienten envidia de quienes no lo son, lo niegan, les da terror, porque esa chusma, gentuza, sin ganas de alfabetizarse, lo tendrán nunca".

    Yo, afortunadamente, lo he encontrado y presumo de ello, y quienes son buenos amigos lo comprenden y lo celebran. Sí, lo encontré, sin buscarlo, apareció y no se irá nunca".

    En fin Sire, eso fue sólo el principio, el acto acabo en loor de multitudes, todos y todas se querían acercar a felicitar el Viejo Lobo, y yo junto a su Princesa, sonreímos de forma cómplice, como el soldado aquel, porque no teníamos problemas, en este caso caso con el Amor, teníamos todo el que queríamos.

    Saludos E.

    Abrazos desde la guarida.



1 comentario:

El Viejo Lobo dijo...

El gran poeta francés Baudelaire, escribió un libro maravilloso,
que para muchos críticos y corazones sensibles significó el principio de la Postmodernidad. Cómo explicar a un pelagatos, trapisondista sainetero, fracasado profesional y plagiador diletante lo que fue la Modernidad y lo que es la Postmodernidad... Tarea más que dificultosa, imposible ante la escasa materia gris de su encéfalo.En cualquier caso hoy me siento generoso, el libro en cuestión es Los Paraísos artificiales y si no tiene suficiente, años más tarde el Maestro Francisco Umbral recreó la obra baudaileriana con Mis Paraísos artificiales. Leamos, no va a aprender usted nada, pero al menos no perderá usted el tiempo con bagatelas como las que escribe, que el gran Ludwig Wittgenstein, definiría como proposiciones sinsentido.
Y haciéndo yo caso a LW, le participo el precepto 7 de su Tractatus Logico-Philosophicus:
De lo que no se puede hablar hay que callar.