Querido S:
Imagino
que Vuecencia, conocerá la célebre anécdota del Maestro Pio Baroja.
Cuenta
la leyenda que en cierta ocasión un periodista le preguntó, qué opinaba de
Dostoyesvki. Y Baroja contestó “Dostoyesvki, ¡joder que tío!. Así de simple, y
de profundo, frase corta, rotunda, y
además trascendente, no se por qué, en verdad, pero es así, trascendente y
única.
Son
frases de difícil interpretación, pero que dichas por un intelectual y clásico
de nuestras Letras, no quedan ni ridículas, ni fuera de lugar.
El
caso es que el Maestro Viejo Lobo, ha vuelto a triunfar en su actividad laboral
dentro de las Administraciones Públicas, donde trabaja desde hace casi tres
décadas, porque yo califico como triunfo el conseguir su propósito de asaltar
con denodado esfuerzo, pero sobre todo con una impecable brillantez las más
altas cotas del escalafón funcionarial. Y su victoria viene dada por la
suficiencia y la admiración que produce
en el vulgo que renuncie al enojoso oropel del reconocimiento por su eficacia
en la cosa pública, en eso esta su innegable victoria.
Por
ello durante estas semanas de preparación oposística, El Viejo Lobo, ante
cualquier pregunta siempre respondía lo mismo, “tengo una oposición que
aprobar”, sentencia, tajante, que alguien tan ignorante y asilvestrado como yo
nunca ha llegado a entender, pero que le ha servido para salir airoso de
cualquier situación. No me cansaré de
repetirlo, “SIMPLEMENTE EXTRAORDINARIO”. Si le hacia mención a un determinado
artículo periodístico que consideraba de su interés, contestaba “tengo una oposición que aprobar”, que le
preguntaba si había oído el comentario de mi admirado Federico “tengo una
oposición que aprobar”, que alguna dama buscaba sus favores “tengo una oposición
que aprobar”, que le hacia alguna recomendación sobre donde viajar “tengo una
oposición que aprobar”.
Yo,
como torpe escolástico, me ha costado bastante tiempo, mimetizarme en ese
Universo sublime de distanciamiento, animosa melancolía y alegre tristeza, de
intelectual falsamente decadente, para así poder utilizar de forma adecuada las
artes del Maestro Viejo Lobo.
El
caso es que con mi espíritu de Polichinela de saldo, y con mi mentalidad de
niño inmaduro, le he cogido el gusto a la frase de marras, ¡sí joder!, yo
también y además me saca de cualquier atolladero, especialmente si me hacen
alguna pregunta incómoda, sobre todo en lo referente a cuitas de tipo no
confesable.
Pero
lo peor no ha sido eso sino que uno de los heterónimos, en concreto Osmín, hace
un uso torticero del mismo. Sire, vos sois conocedor, del comportamiento,
inmaduro e infantil de este ente desvalido, como usa la palabra Amor, en
cualquier tipo de conversación, sin importarle nada las consecuencias. También
sabéis de los reiterados fracasos en sus relaciones con las señoras. Su enfermizo miedo al compromiso, a perder
eso que él en su fuero interno considera independencia, que lo único que
enmascara es un miedo aterrador a la responsabilidad.
Osmín
pudo haber sido en el mejor de los casos y lo que en vulgo de nuestro señor
Jesucristo se llamaría un “putañero sentimental”, porque en el fondo como dice
el propio Viejo Lobo, no es más que un “pobre diablo” que tiene miedo hasta de
sus propios sentimientos. Por cierto, que gusto siento al plagiar de forma
plena al Maestro, usando no sólo expresiones habituales en él, sino que también
me apropio del espíritu de sus palabras, ya lo dijo alguien, todo lo que no es arte es
plagio. Y evidentemente esta entrada, ni esta modesta bitácora son arte.
Vos,
como persona leída, conocéis lo que le dijo el gran Miguel Delibes al Maestro
Umbral “Paco, es que tu escribes como meas”. Desgraciadamente yo ni escribo
como meo, ni meo como escribo, en todo caso aspiro a ser un humilde bufón de
corte que sigue llorando, como una ramera de baja estofa, sus penas al
anochecer.
Pero
en todo caso si alguien me preguntase que opino del Viejo Lobo, sólo podría
contestar “ ¿El Viejo Lobo?....joder que tio”.
Seguimos
sobreviviendo.
Seguid
con salud. Saludos E.
Besos
desde la Guarida.
2 comentarios:
Señor Francotirador, le agradezco sus palabras, siempre alentadoras, pero sin caer en el derrotismo. su amigo el Viejo Lobo hace tiempo que no triunfa en nada, lo que no quita que, yo que le conozco bien, no siga luchando para mantenerse alegre. Un abrazo.
Escuche señor Viejo Lobo, usted no ha fracasado en nada, es la Hostia,es un honor ser su amigo, los que no han triunfado son otros, y esos otros son los que le tienen envida. Un beso Viejo Lobo.
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