Querido
S:
Vuecencia,
como persona instruida, ya sabe lo que decía George Bernard Shaw “un
imbécil con cultura es un perfecto imbécil”, es decir que si se
es un imbécil sin cultura no se un un imbécil en su totalidad, no
es perfecto. Llegado a este punto os tengo que manifestar que como
buen géminis, es decir con doble personalidad, siento a la vez
alegría y tristeza. Alegría porque aún no soy totalmente un
imbécil, pero por otro lado también me siento triste y
desasosegado, porque ni siquiera en mi imbecilidad he alcanzado la
perfección.
A
pesar de todo ello, como persona de natural optimista, me anima el
encontrarme diariamente con imbéciles, que a pesar de ser unos
iletrados, y ademas presumir de ellos, con franqueza no creo que
tengan que envidiar nada a un imbécil perfecto.
Por
ello os quería contar ciertas cuitas producidas por ese tipo de
imbécil, como estoy seguro que sabéis nuestro susodicho Tulio, se
maneja un metalenguaje, con el que intenta dar un poco de empaque a
sus desventuras amorosas con las damas. En fin sórdidas y patéticas
historias de alcoba inacabadas o simplemente sin empezar y con visos
de no hacerlo nunca.
El
caso es el personajillo en cuestión, acaba de inventar unos nuevos
“palabros” o términos para referirse a sus “damas”, una es
la “Princesa buena” y la otra la “Princesa mala”, observad el
metalenguaje que se gasta este descerebrado, pero lo más curioso es
que tiene éxito en estos sórdidos cenáculos que frecuenta. Este
cincuentón, en franca retirada en bastantes cosas de la vida, pobre
diablo, anacoreta fracasado de la existencia, bardo sin talento,
payasillo de feria, es feliz en ese su pequeño mundo, donde
simplemente trata de seguir bailando movimiendo de forma torpe sus
pies, porque sabe que si deja de hacerlo estará muerto.
En
fin el Señor Aspirante tiene razón, este sujeto es tan inmaduro que
no es capaz de entablar una relación sería y normal con ninguna
señorita,que siguiera su cauce natural, y desde luego no sirve de
excusa su terror al compromiso.
Seguimos
sobreviviendo.
Seguid
con salud. Saludos. E.
2 comentarios:
Su relato, se parece a la Bruja, Blancanieves, sin Príncipe, pero eso sí con los siete enanitos. Y encima, dice usted que el susodicho es feliz. Me parece a mí, que este pobre hombre es carne de diván. Una especie de Elogio de la Locura de Erasmo, pero pasado por la termomix, no del miedo al compromiso, sino del auténtico desahogo.Como dice un pariente: la ignorancia es muy atrevida!
Un abrazo, de momento es lo que puedo ofrecerle.
Que le voy a contar que usted no sepa, de alguna manera también hay cierto desahogo en el personajillo de marras, ya sabe, este sujeto es el perfecto ejemplo del español contemporaneo, la culpa es de todo el mundo salvo de él. Pero en todo caso como dijo el poeta, que nadie ni nada nos salve del amor, en todo caso que nos condene a sufrirlo por la eternidad. Un beso Viejo Lobo y ¡ARRIBA ESPAÑA!.
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