martes, 8 de diciembre de 2015

AMOR MADURO.

Querido S:

Como Vuecencia sabe seguimos con nuestra desinteresada labor evangelizadora, pero sobre todo de infinita paciencia hacia determinadas personas. Bueno la verdad es que en lo referente a lo primero, os tengo que decir que no es más que una forma de impostura, propias de fantoches que no tienen más que decir, de verdad piensa Vuecencia que soy un sacrificado misionero predicando la palabra divina, ni de coña vamos. Todo esta parrafada sin sentido viene a cuento, porque la otra noche invite a mi casa a cenar al “susodicho”, a instancia de mi propia y de mi prole, algo verdaderamente inexplicable, no entiendo como lo aguanté.

El caso es que este sujeto, hizo, hay que reconocerlo una amplia y brillante disertación comparando el amor juvenil con el amor madura.

Decía este descerebrado, que al amor juvenil es más verdadero, cuando uno se declara a su amada, además del componente sexual, lo que predomina es una mayor sinceridad y por decirlo de alguna manera, más pureza de sentimientos. En cambio en el amor maduro, todos quieren vender su mercancía, son fantásticos padres o madres, los mejores en su trabajo, fuertes ante los embates de la vida, virtuosos y virtuosas (ja,ja) en las artes amatorias, vamos la polla de Camboya. Con sinceridad creo que todo lo que decía “el susodicho”, estaba relacionado con sus propias experiencias, el mismo en un aparte de la velada y cuando ya había dado buena cuenta de cuatro copas de un vino tinto de Fuente la Higuera, me dijo que todas las mujeres que había conocido últimamente a través de las perversas redes sociales respondían a ese estereotipo. Ved Sire, en lo que ha quedado nuestra maltrecha patria, un montón de vividores, fracasados, tristes, grises, salidos con ansia de practicar la copula con desenfreno pero con nulo espíritu romántico, por decirlo en pocas palabras, unos y unas pobres infelices entrados en años y que no quieren quedarse solos en la vida.

Es el fin, España, va camino, de forma gozosa hacia él con alegría, como esa chusma que llevaba arrastrando en un carruaje sin caballos al rey felón, Fernando VII, mientras gritaban “vivan las cadenas”. Ahora también lo dicen de forma silenciosa, cada vez que encienden su televisión y eligen otro tipo de cadenas.

Seguid con Salud.

Saludos. E.


                                               



2 comentarios:

El Viejo Lobo dijo...

Fernando VII, primero el deseado y después el rey felón, representa lo más indigno que puede ser un gobernante. El pueblo español es así de idiota, solemos glorificar a quien no se lo merece.No hay más que fijarse en la talla de los gobernantes actuales y en los que pretender sustituirlos. Es muy difícil presenciar algo más lamentable que el lastimoso espectáculo que ofrecieron. Aquí nadie ha leído a nadie. Citan a Kant y no tienen ni repajolera de lo que escribió el pensador más importante de la Modernidad y ni siquiera son capaces de citar una de sus obras. Pero esta gente de dónde ha salido, se pelaron todas las clases de Filosofía en el Bachillerato? Usted fue el más inteligente de los indígenas patrios. En lugar de perder el tiempo delante de la caja tonta, para ver y oír a unos impresentables, se montó una cenita, eso sí, nada íntima porque usted cree en el amor. Ja, ja, ja, usted se ha mentido a prestidigitador. Eso le llama usted amor maduro? No se engañe hombre. La señora en cuestión pasa de usted y cuanto antes se dé cuenta usted mucho mejor. Incluso para su psicoanalista. Espero que deje de visitarla porque la pobre va a terminar en el psiquiatra, o mucho peor en los loqueros. Y para volver con el rey felón. Fue un auténtico miserable, pero tenía una tranca, se cuentan, más grande que la de Rasputín, según refiere un narcisista, egotista y vanidoso bloguero que se hace llamar pomposamente El Aspirante a crápula en un post titulado Crédulo e incrédulo, que por supuesto no le recomiendo que lea.

Amor maduro!!! Ja, ja, ja. Usted siempre me hace reír.

Un abrazo.

EL FRANCOTIRADOR dijo...

VIEJO LOBO:

Muchas gracias por sus acertadas opiniones y sugerencias en relación con mi persona, además de su infinita bondad hacia mi. Tiene usted razón la dama en cuestión no merece mis atenciones, pero yo la quiero, como diría el Maestro Boadella, ¿que sería yo sin mis contradicciones?. Además también le agradezco la brillante fabulación historiada de mi encuentro con la Dama en cuestión, como usted dice yo creo en el Amor, con mayúsculas. Lo que si que no le permito es que falte al respeto a un insigne bloguero y gran español, con quien tengo la suerte de compartir amistad, como es el señor Aspirante.

Esta vez permítame que acabe mi contestación a su comentario, no sólo con un beso para usted, sino también con otro más fuerte junto con un gran abrazo para su Princesa. En todo caso un beso de los de verdad para ambos y gracias por ser y por estar.