jueves, 8 de octubre de 2015

EL DÍA.

Querido S:

Como Vuecencia sabe mañana es el día de la tribu, en esta subestercolero que es la región valenciana dentro de ese gran arrabal llamado España, como vos sabéis, cada solar marchito de nuestra patria tiene su día de la tribu, en Cataluña por ejemplo es el 11 de septiembre. Las costumbres de celebración son los mismo y basados en lo mismo, hordas de salvajes paseando por el centro de la capital regional correspondiente con su trapo, al que ellos llaman bandera, rebuznos de los múltiples descerebrados que se emocionan como palurdos ante semejante estampa. Y por supuesto esa exhibición impúdica del espíritu revanchista, intolerante, sectario y fanático contra el vecino de al lado, porque como vos sabéis la culpa siempre es de otro. La cuestión es ensalzar el “Hecho diferencial”, que sería algo así como el símbolo de lo que nos separa, nos hace odiar, aquello que sacraliza el enfrentamiento, ¡redios!, estoy seguro que coincidiréis conmigo en que lo que le hace falta a esta turba es una buena guerra civil, pero buena de verdad, lo que ocurre es que su miseria espiritual es tan grande que no tienen agallas ni para eso.

Mientras tanto dejaremos que otro tipo de chusma más infecto que los anteriores, los maestros de escuela, impartan sus enseñanzas de odio y venganza en los establos más putrefactos que existen y que la plebe llama Colegios, Institutos o Universidades.

Pero no os quería hablar de esto, como siempre el motivo de mis preocupaciones es nuestro “común amigo”, sois conocedor de su carácter a mitad de camino entre Mortadelo y un Giménez Caballero de todo a cien.

Como supongo sabréis nuestro “común amigo” sufre mal de amores, y su enorme torpeza le ha supuesto la ruptura definitiva con su amada, eso es lo que cree ese pobre infeliz, porque es lo que es, un pobre infeliz, que no se da cuenta que el ha hecho mucho más por ella que al revés, pero el muy idiota no se da cuenta de ello, sigue mascullando sus penas en silencio, circunstancia que ciertamente hay que valorar, pero aún así resulta ridículo que siga amargándose por el recuerdo de una dama que no sólo no lo quiere, sino que a la única persona que quiere es asimisma. Sire yo ya no puedo hacer más para sacarle de su error, de nuevo apelo a vuestras buenas artes, para que este desdichado supere esta situación, pero no os arriendo la ganancia porque no hay peor sordo que el que no quiere oír ni peor ciego que el que no quiere ver. Seguiremos a su lado, impasible el ademan, porque al fin y al cabo nos caemos para volvernos a levantar.

Seguid con salud.



Saludos E.


  

2 comentarios:

El Viejo Lobo dijo...

El mal de amores es un estado maravilloso. Lo peor es no ser correspondido. Lo que no entiendo es porqué usted me pide consejo o asesoramiento, dado que en estas lides nunca me ha hecho usted ningún caso. Pero recordando al maestro Eugenio D´Ors, este puntaba que enmateria de ciencia y de mujeres, estar cerca del objeto, a veces no es lo más efectivo. En ocasiones cierta distancia hace que la situación se refresque, y sin saber porqué se acerque. Pero por supuesto usted siga sin hacerme caso. Ni a mí ni a Xenius.

EL FRANCOTIRADOR dijo...

Usted es conocedor de mis múltiples incoherencias, pero aún así tiene que reconocer, que siempre hemos intentado hacerle caso, pero las odiosas circunstancias, y porque no decirlo por nuestras propias limitaciones, lo han impedido. El amor es el amor, que le vamos a hacer, pero seguimos creyendo en él hasta final. Un beso Viejo Lobo.