Querido
S:
Como
Vuecencia sabe mañana es el día de la tribu, en esta subestercolero
que es la región valenciana dentro de ese gran arrabal llamado
España, como vos sabéis, cada solar marchito de nuestra patria
tiene su día de la tribu, en Cataluña por ejemplo es el 11 de
septiembre. Las costumbres de celebración son los mismo y basados en
lo mismo, hordas de salvajes paseando por el centro de la capital
regional correspondiente con su trapo, al que ellos llaman bandera,
rebuznos de los múltiples descerebrados que se emocionan como
palurdos ante semejante estampa. Y por supuesto esa exhibición
impúdica del espíritu revanchista, intolerante, sectario y fanático
contra el vecino de al lado, porque como vos sabéis la culpa
siempre es de otro. La cuestión es ensalzar el “Hecho
diferencial”, que sería algo así como el símbolo de lo que nos
separa, nos hace odiar, aquello que sacraliza el enfrentamiento,
¡redios!, estoy seguro que coincidiréis conmigo en que lo que le
hace falta a esta turba es una buena guerra civil, pero buena de
verdad, lo que ocurre es que su miseria espiritual es tan grande que
no tienen agallas ni para eso.
Mientras
tanto dejaremos que otro tipo de chusma más infecto que los
anteriores, los maestros de escuela, impartan sus enseñanzas de odio
y venganza en los establos más putrefactos que existen y que la
plebe llama Colegios, Institutos o Universidades.
Pero
no os quería hablar de esto, como siempre el motivo de mis
preocupaciones es nuestro “común amigo”, sois conocedor de su
carácter a mitad de camino entre Mortadelo y un Giménez Caballero
de todo a cien.
Como
supongo sabréis nuestro “común amigo” sufre mal de amores, y su
enorme torpeza le ha supuesto la ruptura definitiva con su amada, eso
es lo que cree ese pobre infeliz, porque es lo que es, un pobre
infeliz, que no se da cuenta que el ha hecho mucho más por ella que
al revés, pero el muy idiota no se da cuenta de ello, sigue
mascullando sus penas en silencio, circunstancia que ciertamente hay
que valorar, pero aún así resulta ridículo que siga amargándose
por el recuerdo de una dama que no sólo no lo quiere, sino que a la
única persona que quiere es asimisma. Sire yo ya no puedo hacer más
para sacarle de su error, de nuevo apelo a vuestras buenas artes,
para que este desdichado supere esta situación, pero no os arriendo
la ganancia porque no hay peor sordo que el que no quiere oír ni
peor ciego que el que no quiere ver. Seguiremos a su lado, impasible
el ademan, porque al fin y al cabo nos caemos para volvernos a
levantar.
Seguid
con salud.
Saludos
E.
2 comentarios:
El mal de amores es un estado maravilloso. Lo peor es no ser correspondido. Lo que no entiendo es porqué usted me pide consejo o asesoramiento, dado que en estas lides nunca me ha hecho usted ningún caso. Pero recordando al maestro Eugenio D´Ors, este puntaba que enmateria de ciencia y de mujeres, estar cerca del objeto, a veces no es lo más efectivo. En ocasiones cierta distancia hace que la situación se refresque, y sin saber porqué se acerque. Pero por supuesto usted siga sin hacerme caso. Ni a mí ni a Xenius.
Usted es conocedor de mis múltiples incoherencias, pero aún así tiene que reconocer, que siempre hemos intentado hacerle caso, pero las odiosas circunstancias, y porque no decirlo por nuestras propias limitaciones, lo han impedido. El amor es el amor, que le vamos a hacer, pero seguimos creyendo en él hasta final. Un beso Viejo Lobo.
Publicar un comentario