viernes, 21 de febrero de 2014

EN LA MESA DE AL LADO. EL MALETÍN.

 
 

Karl Genscher, es un astrofísico nacido en Emmerich una población holandesa cerca de la frontera con Alemania, país del que era su padre, agente de aduana. Este científico  alemán sostenía partiendo de la teoría de los universos paralelos, de que varias realidades simétricas en el complejo espacio-temporal pueden desencadenar devenires distintos pero todos ellos igual de reales e intensos.

          Me encontraba con el Maestro Viejo Lobo, compartiendo mesa y mantel en nuestro ágape culinario semanal. Mi amigo como persona docta, brillante y sobre todo leída me comentaba que se había enganchado a un blog del que le había llamado la atención un post cuyo título era “En la mesa de al lado”. En el mismo dos personajes, que se encontraban comiendo en un restaurante habían reparado en la conversación que mantenían dos amigos en una mesa cercana  .

          El caso es que aunque el tono que empleaban los susodichos no era alto , pues se les veía personas educadas, podían escuchar la conversación de forma más o menos clara.

          Eran dos personajes singulares, en el sentido más honorable de la palabra, ambos de mediana edad, uno de ellos, llamado Silas, lucia canas de forma elegante que unido a su gran cultura y su desatada verborrea despertaba en las señoras que se encontrabas cerca miradas de admiración además de libidinosas. El otro, de nombre Salutio, no tenía mala planta, hedonista, desgraciadamente para él sólo en el plano espiritual, también con incontinencia verbal aunque parcial, pues ante determinadas personas, especialmente damas se limitaba mucho, indudablemente en estos casos se sentía turbado ante el encanto y bellezas femeninas, blandía con orgullo y , por qué no decirlo, con prestancia una cartera-maletin de cuero.

        Salutio decía que el mundo no era más que un teatrillo de vanidades y de cosas que no eran lo que parecía. Ponía como ejemplo su elegante maletín, que daba empaque a su propia presencia, pero que sin embargo no escondía mas que objetos sin importancia a saber, una goma, un lápiz, una radio pequeña, la portada de un ejemplar de la revista Teleradio del año 77 en cuya portada salía Barbara Rey, un bocadillo  de queso envuelto en papel de plata, las gafas de cerca y las gafas de sol.

 En fin Salutio que tenía una empanada mental considerable se reía de la filfa y las vacuidades que caracterizaban a las personas que le rodeaban y que se dejaban engañar con enorme facilidad.

Tal vez, como hipótesis plausible, el Maestro Viejo Lobo, decía que circunstancias como estas ponían de manifiesto la existencia de varias realidades o mundos, paralelos o simétricos interconectados entre sí y produciendo que  los hechos que ocurrían en cada uno de ellos actuasen como detonantes no sólo para la existencia de las personas que habitaban en cada uno de ellos y por ello el propio Genscher, me contaba el Maestro Viejo Lobo, dijo  “todo el Universo se explica ahí”.
 

SALUD, REPÚBLICA Y ¡ARRIBA ESPAÑA!.

2 comentarios:

El viejo lobo dijo...

No conozco al astrofísico que cita, pero si está interesado en el tema de los universos paralelos lo recomendable es seguir los trabajos al respecto de George Petros Efstathiou, británico, profesor de Astrofísica y director del Instituto Kavli de Cosmología en la Universidad de Cambridge.

A veces es más interesante lo que ocurre en la mesa de al lado que en la propia, aunque eso no siempre sucede.

Un abrazo.

EL FRANCOTIRADOR dijo...

VIEJO LOBO:

Muchas gracias por la información la tendrá presente para aumentar conocimientos. Lo interesante siempre aparece en los lugares más inesperados. Un beso Viejo Lobo.