Querido Pepe, voy a ser directo, como tu lo eras, te
echo de menos, si lo reconozco, a pesar de tu comportamiento último,
mancillando e insultando a nuestra SAGRADA PATRIA, a pesar de que estabas
aliado con lo más casposo y nauseabundo de la ultraizquierda nacionalista
española (es decir la catalana, al mismo nivel que la vasca), a pesar de haber
acabado como perrito faldero de esta chusma,
cuando alguien de tu brillantez no tendría que haber caído en este tipo de
servilismos.
Querido Pepe, desde que ví tu primera actuación en el
“Valencia Cinema” en noviembre de 1987, supe que eras un genio. Recuerdo que la
chica que me acompañaba se dio cuenta enseguida de dos cosas, que si alguien
como yo admiraba a un genio como tu, es que no andaba demasiado bien de la
azotea.
Querido Pepe, tu junto con mi, también admirado Albert
Boadella, sois dos de los genios más grandes del teatro español de los últimos treinta años, desgraciadamente tu elegiste el
lado oscuro, como fue el de hacer de bufón (en el sentido más peyorativo de la
expresión) del régimen nacionalista catalán.
Querido Pepe, nadie como tú podía manejarse en un
escenario sin más armas que sus gestos y su labia, imagínate como será, que
hasta un auténtico ignorante como yo se daba cuenta de tu enorme talento y
sabía que eras un genio.
Querido Pepe, tú me jodiste, me decepcionaste, porque,
por lo menos en mi caso, eso sólo me lo puede hacer alguien a quien admire. Imagínate
como me puse que hasta patee hasta
romper un DVD de uno de tus espectáculos.
Pero sin embargo, querido Pepe, se que al final te
diste cuenta de tu gran cagada, de que aquello de cagarse en la “puta
España” fue eso, una enorme metedura de
pata.
Creo firmemente, querido Pepe, que tú y el
Generalísimo Franco, sois, sin ninguna duda dos de los más grandes españoles,
cada uno en su ámbito. El Caudillo con su victoria en nuestra Cruzada de Liberación
librando a España del comunismo. Y tú, mi admirado Pepe, demostrando en los
escenarios lo que es un genio del teatro, declamando de una manera portentosa,
creando ese extraordinario Universo rubianesco en el que tantas veces me
sumergía haciéndome olvidar las penurias de la realidad, con aquellos monólogos extraordinarios,
reivindicando la figura del soltero, grupo al que pertenezco a mi pesar.
Querido Pepe, me hubiera encantado haber ido contigo
al “Claca”, pub de Valencia del se que
eras asiduo, para tomarnos algún cubata y haber ligado con alguna señorita a la
que tú, previamente, habrías embelesado con esa labia portentosa que tenías, nos
habrían acompañado Umbral y el Viejo Lobo, y habríamos montado el taco. Yo
torpe discípulo vuestro, simplemente sería feliz viéndoos, estando al lado de
mis príncipes.
Por lo demás, querido Pepe, aquí cada vez las cosas van
a peor, los mediocres, los mierdas, aquella chusma a la que tu dabas tanta
caña, nos tienen rodeados, tanto en las alturas como a ras de suelo, pero esa
basura, en todo caso, no molesta, sólo su triste presencia enturbia el paisaje
. Aquella gran España, que forjo nuestro Caudillo y que tú satirizaste con
enorme brillantez, no es más que un sueño de lo que pudo haber sido y no fue.
Querido Pepe, si estuvieras aquí estoy seguro que me
pedirías disculpas, yo por supuesto las habría aceptado, y me darías la mano,
yo no la aceptaría…..porque te daría un abrazo. Un beso cabronazo.¡VIVA FRANCO!
¡ARRIBA ESPAÑA!.
2 comentarios:
Pues a mi me parece un vulgar de cuarta. Vamos, que España está bien decadente.
Permítame decirle, que no estoy de acuerdo con usted.
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