jueves, 27 de diciembre de 2012

CARTA A UN CABRONAZO.






Querido Pepe, voy a ser directo, como tu lo eras, te echo de menos, si lo reconozco, a pesar de tu comportamiento último, mancillando e insultando a nuestra SAGRADA PATRIA, a pesar de que estabas aliado con lo más casposo y nauseabundo de la ultraizquierda nacionalista española (es decir la catalana, al mismo nivel que la vasca), a pesar de haber acabado como perrito faldero de  esta chusma, cuando alguien de tu brillantez no tendría que haber caído en este tipo de servilismos.

Querido Pepe, desde que ví tu primera actuación en el “Valencia Cinema” en noviembre de 1987, supe que eras un genio. Recuerdo que la chica que me acompañaba se dio cuenta enseguida de dos cosas, que si alguien como yo admiraba a un genio como tu, es que no andaba demasiado bien de la azotea.

Querido Pepe, tu junto con mi, también admirado Albert Boadella, sois dos de los genios más grandes del teatro español de los últimos  treinta años, desgraciadamente tu elegiste el lado oscuro, como fue el de hacer de bufón (en el sentido más peyorativo de la expresión) del régimen nacionalista catalán.

Querido Pepe, nadie como tú podía manejarse en un escenario sin más armas que sus gestos y su labia, imagínate como será, que hasta un auténtico ignorante como yo se daba cuenta de tu enorme talento y sabía que eras un genio.

Querido Pepe, tú me jodiste, me decepcionaste, porque, por lo menos en mi caso, eso sólo me lo puede hacer alguien a quien admire. Imagínate  como me puse que hasta patee hasta romper un DVD de uno de tus espectáculos.

Pero sin embargo, querido Pepe, se que al final te diste cuenta de tu gran cagada, de que aquello de cagarse en la “puta España”  fue eso, una enorme metedura de pata.

Creo firmemente, querido Pepe, que tú y el Generalísimo Franco, sois, sin ninguna duda dos de los más grandes españoles, cada uno en su ámbito. El Caudillo con su victoria en nuestra Cruzada de Liberación librando a España del comunismo. Y tú, mi admirado Pepe, demostrando en los escenarios lo que es un genio del teatro, declamando de una manera portentosa, creando ese extraordinario Universo rubianesco en el que tantas veces me sumergía haciéndome olvidar las penurias de la realidad, con  aquellos monólogos extraordinarios, reivindicando la figura del soltero, grupo al que pertenezco a mi pesar.


Querido Pepe, me hubiera encantado haber ido contigo al  “Claca”, pub de Valencia del se que eras asiduo, para tomarnos algún cubata y haber ligado con alguna señorita a la que tú, previamente, habrías embelesado con esa labia portentosa que tenías, nos habrían acompañado Umbral y el Viejo Lobo, y habríamos montado el taco. Yo torpe discípulo vuestro, simplemente sería feliz viéndoos, estando al lado de mis príncipes.

Por lo demás, querido Pepe, aquí cada vez las cosas van a peor, los mediocres, los mierdas, aquella chusma a la que tu dabas tanta caña, nos tienen rodeados, tanto en las alturas como a ras de suelo, pero esa basura, en todo caso, no molesta, sólo su triste presencia enturbia el paisaje . Aquella gran España, que forjo nuestro Caudillo y que tú satirizaste con enorme brillantez, no es más que un sueño de lo que pudo haber sido y no fue.

Querido Pepe, si estuvieras aquí estoy seguro que me pedirías disculpas, yo por supuesto las habría aceptado, y me darías la mano, yo no la aceptaría…..porque te daría un abrazo. Un beso cabronazo.¡VIVA FRANCO! ¡ARRIBA ESPAÑA!.


2 comentarios:

Paturuzú dijo...

Pues a mi me parece un vulgar de cuarta. Vamos, que España está bien decadente.

EL FRANCOTIRADOR dijo...

Permítame decirle, que no estoy de acuerdo con usted.