lunes, 1 de enero de 2024

NAPOLEÓN EN CAUDETE.

 

Querido S:

Según cuenta la leyenda, un periodista (bueno más bien un gilipollas periodista, valga la redundancia) le preguntó a don Camilo José Cela lo siguiente:

         -Don Camilo ¿le ha sorprendido ganar el Premio Nobel de Literatura?.

         Don Camilo, con gesto serio contestó:

         -Lo que me habría sorprendido es haber ganado el Premio Nobel de Física.

         Aquella nochevieja era más que placentera, había descargado en Caudete 50 cajas de bragueros para incontinencia urinaria, y además llevaba una misteriosa caja voluminosa que el Príncipe había adquirido a una misteriosa dama de La Solana. En fin, misterios inescrutables que siempre rodeaban los actos de mi querido amigo.

         La cuestión es que me encontraba allí en la vieja finca familiar de las afueras de Caudete, donde el Príncipe, también conocido por otros como Efrusino Ibáñez Chinchilla, había organizado la fiesta de fin de año. Me había invitado, no sólo a mí, si no también al resto de mi familia, en agradecimiento por haberle llevado esa “misteriosa caja”. Mi nieta jugaba por allí, siempre vigilada atentamente tanto por sus padres como por mí.

         El caso es que estaba tomando un zumo de naranja natural con galletas y disfrutando de la compañía del tío Fermín, un habitual a aquellos eventos.

         -Toto- me dijo el tío Fermín, mientras oteaba disimuladamente el panorama viendo a las damas allí congregadas- me consta que el Príncipe te está muy agradecido por haberle traído esa caja. Apenas he podido hablar con él, ya sabes que, en fechas como esta, siempre hace una “perfomance” o como se diga, vamos que monta un número. El caso es que está metido en sus aposentos desde primeras horas de la tarde junto con el Cónsul y Osmín.

         Siempre ese Osmín, siniestro personaje, que no da ni para extra en un sainete de cualquier autor mediocre.

         -Por cierto-continuó el tío Fermín-, querido sobrino te quería comentar una cosa, y espero que no te enfades, aunque sí que te molestes, algo por otro lado lógico. Tu vida de camionero está muy bien, porque te permite olvidarte del mundanal ruido y de las miserias del mundo, pero sin embargo también hace que permanezcas ajeno a cierto cosas que pasan.

 

         -Tranquilo no se preocupe, yo no me enfado, hace tiempo que deje atrás todo eso, como suelo comentar dejar la función pública, pero sobre todo trabajar como camionero es lo mejor que he hecho en mi vida, siempre hay que avanzar. Ya no comparto mi día a día con basura cuya mediocridad sólo es comparable a sus frustraciones como personas.

         -Toto veras-y aquí carraspeó, el tío Fermín- según me he enterado, Osmín, esta escribiendo una novela, relato corto o como se diga, cuya trama es la vida de un camionero que anteriormente fue funcionario, y que a lo largo de varios capítulos cuenta las circunstancias que le llevaron a esa elección, así como, “los entresijos amorosos” del citado camionero. Pero lo más gracioso es que hay un editor que está dispuesto a publicarlo después de leer el borrador de la novela.

         Sire, en ese momento pasaron muchas ideas por mi cabeza, lo cual no es muy habitual, por lo que tuve que ordenarlas. Pensé, en ponerme en contacto con unos “honrados sicarios” que me había presentado don Pedro O’Maley, español de bien por otro lado, profesionales que podían hacer que “pareciera un accidente”, después también pensé en una bella psicóloga con la que había tenido terapía durante algunos años, en este caso Sire lo descarte, porque una profesional como ella no merecía perder su valioso tiempo en atender a este personajillo. El caso, es que opté por la opción más directa y es que aprovechando que había un frutero lleno de naranjas, pensé en cogerlo y metérselas una por una donde la espalda pierde su casto nombre a Osmín.

         Como puede observar su Excelencia un montón de pensamientos se amontonaron en mi cabeza, pero afortunadamente no perdí la compostura, y más porque ví a la bella Cordelía con nuestra nieta de la mano. El Príncipe era así, conseguía que personas de lo más variado se juntará en fiestas, eventos y reuniones en las que él estaba involucrado.

         El tío Fermín se dio cuenta de que la estaba mirando y se sonrió.

         -Venga déjate de tonterías y ves a saludarla, lo estás deseando, y que le den por culo a la puta culpa, estoy hasta los cojones de progres, meapilas, zurdos, fachas y de su puta madre. Piensas en ella casi siempre así que déjate de tonterías.

         Le hice caso al tío Fermín y con paso firme me acerqué a ella. Me encantaba su sonrisa y no pudimos reprimir un abrazo. De repente empezó a sonar la Marsellesa y Cordelia se puso reír llevándose las manos a los labios, mirando detrás de mí.

Me di la vuelta y vi una estampa majestuosa. Allí estaba el Príncipe montado en un caballo blanco y vestido de Napoleón, precedido por Osmín y el Cónsul pendientes de que no fallase nada en la performance, vitoreado por toda la gente allí congregada. Pero lo más increíble fue cuando se bajó del caballo y se dirigió a donde estaba yo y me dio un abrazo:

-Muchas gracias Pupu-me dijo-todo esto no habría sido posible sin ti. No tengo palabras para agradecerte que me hayas traído este traje. Soy una persona discreta, y lo que es más creo que la discreción es una virtud, pero no es mi caso, aunque como todo gran tímido aspiro a ella. Luego hablamos, Cordelia es más importante que cualquier número histórico-hedonista de los que me gusta montar, con la modestia que me caracteriza.

Os podéis imaginar Sire, el Príncipe Efrusino atendió a todo el mundo con enorme educación y cercanía, aunque él, como siempre, quería ir al encuentro de su Princesa que se moría de la risa, y aun así estaba embelesada viéndolo.

El Príncipe es admirable porque había allí un montón de damas unas conocidas y otras desconocidas, para mí, que se disputaban su atención, afortunadamente la Princesa sabe que el Príncipe sólo tiene ojos para ella.

Por otro lado, el tío Fermín tenía que secarse las lágrimas por la risa, pero aún así el Príncipe tuvo unos momentos para ir a saludarlo.

En todo caso a pesar de la generosidad, que como siempre, me mostraba el Príncipe, yo sólo tenía ojos para Cordelia….pero eso es posible, no seguro que lo cuente en otro momento, otro lugar o tal vez otra vida.

Lo que sí os puedo asegurar es que fue una velada inolvidable. Al final de la misma, aún tuve tiempo para hablar con el Príncipe, a pesar de que las multitudes no le dejaban en paz.

-Pupu, muchas gracias por todo. Ya ves he fracasado, nadie me hace caso, no consigo llamar la atención ni de aquellos a los que quiero.

Sire, vos sabéis, que cuando el Príncipe empieza a decir estas tonterías o más bien chorradas, porque digamos que los hechos reales no se corresponden con los hechos contados por mi querido amigo, prefiero no entrar en polémica, porque sé que Efrusino está interpretando un papel, no sé cuál, ni en que obra, pero lo que sí es seguro es que lo hace de forma brillante.

-Creo-continúo el Príncipe- que el tío Fermín ya te ha contado las “andanzas literarias” del pobre Osmín, ja,ja. Hay algo peor que escribir mal y es no decir nada cuando escribes, y es lo que le pasa al pobre Osmín, es un “pobre infeliz”, no un fracaso si no el peor de los fracasos, el pobre hombre se cree un alguien de la cultura simplemente porque ha leído más libros que sus compañeros de negociado juntos, pero como bien sabes eso no es ningún mérito. De todas maneras, he ideado un plan para que no siga “perpetrando esa novela”, me dijo guiñándome un ojo, tras lo cual me dio un abrazo y se fue con su Princesa, como mandan los cánones.

Para mí lo sorprendente es que le hubiera parecido bien al Príncipe las “oscuras maniobras literarias” de Osmín, igual que a Cela le hubiera sorprendido ganar el Premio Nobel de Física. En cualquier caso, aunque sólo sea por curiosidad espero tener noticias al respecto a la mayor brevedad posible.

Besos desde la guarida.

Continuará….si es menester.

        

Saludos E.

 

 

        

 

        

1 comentario:

Alí Reyes dijo...

De este cuento,me gustó la parte donde se habla del libro acerca de la vida del camionero que es el narrador. Pero hubo muchas cosas que no entendí. Debe ser porque es como el capítulo de un libro.
~~~
Veo que llevas a Israel en el corazón y eso lo valoro. Por cierto, acerca de eso y siendo que allá en Europa ya es día de Reyes, quiero dejarte un cuento que publiqué en mi último libro:

https://tigrero-literario.blogspot.com/2022/12/san-nicolas-con-kipa-relato.html