domingo, 24 de julio de 2016

EL ÁGAPE.



                              
Querido S:

Como Vuecencia sabe, España sería un país estupendo sino estuviera lleno de españoles. Sí, efectivamente, esa raza de facinerosos, sectarios y desarrapados, con multitud de características en lo malo, en la que yo destacaría sobre todo una, que la descubrí hace tiempo, que es el de la envidia miserable, y que consiste no en desear de forma malévola algo que otro tiene, sino en envidiar a quien no siente envidia.

Por eso Sire, yo como español de pro, os tengo que decir que no me correspondo con el astado medio nacional que pulula por la rue, porque no siento envidia malsana por quien posee dotes, atributos o virtudes que yo no tengo, sino que además no tengo ningún problema en reconocer estos en otros y es que además me enorgullezco de que personas a las que aprecio tengan esas habilidades que no tengo.

Así pues hay mucha gentuza o gentucilla que se pone de los nervios cuando alabo al Viejo Lobo, observad Sire su indigencia ética-intelectual. Y además de la mismo que esta chusma este viajada o leída es indiferente. Pienso que lo que ocurre es que aunque, según ellos, dicen tener muchos amigos, en verdad les gustaría tener una amistad como la que tenemos el Viejo Lobo y yo. En fin dejemos a estos mierdecillas en su triste mundo.

Y todo esto viene a colación porque en los últimos ágapes, eventos o fastos a los que he sido invitado, siempre gracias a la intercesión del Viejo Lobo, he visto a este Mi Maestro y Amigo, desenvolverse con brillantez, agilidad mental y clase sin igual entre las personas allí presentes.

En primer lugar os tengo que decir, que el Maestro se presento en el primero de estos eventos, con una indumentaria o estética, que diría el cursi de Antonio Gala, como os decía se presento con una combinación en lo referente a su indumentaria, manifiestamente mejorable, según mi brillante punto de vista. Porque, reparada Sire, el Viejo Lobo, llevaba un pantalón corto, hasta ahí todo bien, pero con unos naúticos de color oscuro y unos calcetines azul marino.

Ya se Sire, y me lo habéis dicho en multitud de ocasiones, que los intelectuales, personas nada de fiar como Vuecencia y yo sabemos, tienen ciertas particularidades que obedecen por un lado a una exhibición púdica, que no impúdia, y brillante de todos sus conocimientos y también a cierto hedonismo en la indumentaria, si además como en el caso del Viejo Lobo se mezcla su origen gatuno, pero diario laboro y pervivencía en esta arrabal zarrapastroso y costero, con todo lo que ello supone, se produce una eclosión espiritual y material a la par que prosaica pero con finos trazos escolásticos que hacen que el Maestro busque la innovación, la libertad y sobre todo un espíritu de ácrata conservador que nos ilumina en todo su conocimiento a quienes tenemos la dicha bendita y celestial de contar con su amistad.

Pero es que además tuve la inmensa suerte de asistir al digno colofón de grandeza, cuando el Viejo Lobo le estaba explicando a mi heterónimo Tulio, que él había usado esta combinación atuendística pero que el precursor de la misma fue Paul Newman. Observad Sire, la brillantez, la rapidez de reflejos para pergeñar semejante explicación, que además ha sido investigada por mi, porque como sabeis soy alma empírica atrapado en el cuerpo de un patético ateo con minusvalías. Pues como os iba diciendo, tras arduos estudios y pesquisas por mi parte, resulta que es verdad, aunque fuera de forma colateral que Paul Newman puso de moda semejante atuendo con naúticos con calcetines y bermudas, os recuerdo el episodio relacionado con el supuesto grupo musical creado por Jese así que no ha sido la primera ocasión en la que me he visto en semejante trance.

A todo esto el Viejo Lobo puede dar semejante explicación ante el embelesamiento de las damas de alrededor, incluida una dama de genero que no de formas y que se caracteriza por proferir ripios de dudoso buen gusto.

Pero es así Sire, el Viejo Lobo es sinónimo de admiración y deleite por parte de quienes tienen la suerte de compartir un evento con él, y yo no me recato en reconocerlo, es posible que por ello la horda que nos rodea sienta envidia.

Tan sólo añadir a modo de conclusión y con una enorme generosidad por mi parte que es posible que tengan razón, para sentir estos celos, por alguien, que como yo, tiene un amigo así. Sire la amistad se demuestra con hechos y no con palabras. Recuerdo que hace casí un año y tras nuestra dolorosa pérdida, el Viejo Lobo me invitó a ir a cierta celebración laboral, por la que él no sentía ningún interés, pero quiso que un buen amigo que estaba pasando ( sigue pasando) por un trágico trance saliera un rato y se despejara. Y allí estuvo el Viejo Lobo asistiendo a un evento cuyo único interés no era la persona homenajeada sino un amigo que lo estaba pasando mal.

Seguimos sobreviviendo.

Seguid con saludo. Saludos E.

                        

2 comentarios:

El Viejo Lobo dijo...

Señor Francotirador, solamente le envío un enlace de una fotografia de Paul Newman en un descanso del rodaje de "Exodo", en el que lleva una indumentaria parecida a la mía en el primer ágape al que usted se refiere. No fue en el mar, fue en un chalet con piscina. Tien usted que abrir, esa mente, ese corazón y esa estética de protoliberal a penamientos y actitudes más acordes con los nuevos tiempos.

Un abrazo.

http://elpais.com/elpais/2015/06/23/icon/1435049977_328550.html

EL FRANCOTIRADOR dijo...

VIEJO LOBO:

En primer lugar sepa usted, que a pesar de la manifiestamente mejorable combinación de prendsa y colores que lleva, sólo alguien como usted lo podría portar con tanta prestancia, y en referencia a la película "Éxodo" protagonizada por Paul Newman, no me convence su argumento, tenga en cuenta que se trata de un película de época. En todo caso la agradezco que me reconozca mi "estética protoliberal", que con tanto orgullo ostento y de la cual se que usted es un secreto admirador. Un beso Viejo Lobo.