Cuenta la leyenda que hace muchos, muchos años,
Jose Antonio Labordeta actúo en el ya desaparecido Teatro “Valencia Cinema”
y cuando salió al escenario les dijo a
los allí presentes, que si alguien creía que por ser aragonés iba a contar
Jotas estaba equivocado, así que aún estaba a tiempo de levantarse e irse a
casa por eso hubo gente, no mucha, con
buen criterio, que le hizo caso y se fue.
Yo, no voy a ser tan explícito como el Maestro
Labordeta, en todo caso sólo voy a sugerir que lo más adecuado es no tratar de
entender esta entrada, porque sólo es para iniciados.
El Príncipe es de esos amigos, como diría el
también Maestro Perez- Reverte, que el
hecho de tenerlos demuestra que algo bueno habremos hecho en esta puta vida. El
Príncipe parece en ocasiones que intenta desconcertar, como cuando me explico
lo que era un palo selfie, o la verdadera definición de pichones, Todo ello
mezclado con algunas absurdas y estupefacientes teorías futbolísticas. El caso
es que uno sabe que nunca podrá estar a su altura, en ninguno de los aspectos
de la vida verdaderamente importantes y eso que soy un facha, sí facha, nada de
ultraderechista, protoliberal ni mariconadas por el estilo, con el añadido de
tener como sueño ser un cagón.
Uno ha desarrollado su misantropía de forma axiomática, y empírica, es decir
tanto porque uno es así, como por la experiencia (menudos palabros), por eso mi
círculo de amistades e íntimo es, afortunadamente, muy reducido, pero aún así,
puedo presumir que esas personas a las que de verdad importo, han hecho mucho
más por mí que yo por ellos.
Así pues aquel día estábamos comiendo y entonces el
Príncipe brindó…..
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