jueves, 30 de octubre de 2014

LAS TORDAS DEL PANARIA.


Una vez cumplido el tiempo mínimo de permanencia en el grado anterior, el personal podrá progresar en el sistema de carrera profesional cuando la valoración proporcional de los periodos remanentes exentos de evaluación anteriores a 1 de julio de 2014 en aplicación de la Disposición Transitoria Primera, si los hubiere, no computados para la obtención del grado del que se parte, más la valoración correspondiente

al área de evaluación de la actividad profesional a partir de esa fecha, en los términos recogidos en la Sección I del Capítulo anterior y en artículos correspondientes de cada uno de los decretos que regulan estos sistemas, iguale o supere la puntuación mínima exigida para la promoción a un grado superior sin necesidad de adicionar, respecto a periodos evaluables, la valoración que pudiera corresponder por el resto de áreas de evaluación.

 

        Artículo 20. Capítulo III. ORDEN 10/2014, de 1 de agosto, de la Consellería de Sanidad, por la que se desarrolla el procedimiento de evaluación para el encuadramiento inicial y la progresión de grado en los sistemas de carrera y desarrollo profesionales en el ámbito de las Instituciones Sanitarias de la Conselleria de Sanidad.

 

Lenguaje inescrutable el de los Boletines, Órdenes, Decretos, artículos, subartículos. Propio de ese universo funcionarial, abyecto, incomprensible, hipócrita, cínico y demás, todo ello a partes desiguales. Como aquellas tordas del Panaria, su aire prepotente, tratando mal a las pobres chiquitas camareras, estas tordillas que no hacían nada, con sus conversaciones vacías, sus estúpidas preocupaciones.

 

Una administración artificial creada solamente para colocar a enchufados, amiguetes, hijos de amiguetes, queridas. Con algo en común todos ellos, ser unos inútiles que no sirven para nada y que no tendrían ni oficio ni beneficio si no fuera porque tienen “contactos privilegiados”.

 

Pero sin embargo mientras estaba emborronando con estas líneas la siguiente entrada de este “lamentable” blog, he hablado con el Maestro Viejo Lobo, y como hace siempre, por ser un buen amigo, me intenta desasnar, algo que es imposible. Me dice mi amigo que de lo dicho anteriormente se podría deducir, que todos los funcionarios son unos enchufados y unos vagos. El Maestro esta brillante y acertado, pero desgraciadamente yo no tengo su inteligencia, ni brillantez ni su altura de miras, y pienso que me quedo corto a la hora de calificar a los trabajadores del sector, por supuesto salvaría a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y también a “honrosas y escasas excepciones” en otros ámbitos de nuestra administración.

 

Lamento no poder darle la razón al Viejo Lobo, el me sabrá perdonar, pero la vida es así, triste, peligrosa, melancólica, imprevisible, pero no por la vida en si misma sino por quienes pululan en ella. La vida, en verdad, es estupenda y maravillosa y hay que apurar hasta sus últimas consecuencias, las cosas que nos depara, y los pequeños miserables que intentan amargárnosla, no merecen ni siquiera nuestro desprecio. Hoy, como ayer y como siempre ¡¡ARRIBA ESPAÑA!!.

 

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