miércoles, 16 de abril de 2014

PLUMAS INVITADAS. ASIGNATURA PENDIENTE.


Hoy el maltrecho nivel de este blog se eleva, no desde luego por el nivel en la calidad del autor del mismo sino porque, un buen amigo, el Maestro Viejo Lobo, tiene a bien colaborar en él, para iluminarlo con su infinita sabiduría. De nuevo un beso Viejo Lobo y gracias.

                                                  ASIGNATURA PENDIENTE.

Esta entrada en un encargo, por lo que tiene una ventaja sobre otras: sé previamente acerca de lo que tengo que escribir y eso facilita mucha las cosas, el tema está impuesto y por lo tanto conviene dejar al margen los debates, tan actuales, sobre las exégesis del arte, y en este caso de la literatura, aunque sea literatura gris.

En 1977 nuestro más adelante oscarizado José Luis Garci, dirigió una película en la que los protagonistas, José y Elena, antiguos novios, se reencuentran tras varios años sin verse, y aunque ya casados y con vidas en marcha, se vuelven a enamorar, dándose cuenta que nunca habían hecho el amor como consecuencia de las estrictas normas morales de la época. Ambos deciden subsanar esa deficiencia. Protagonizada por José Sacristán y, una muy atractiva, Fiorella Faltoyano, fue uno de los films con más éxito del momento.

La cuestión es si esa asignatura conviene aprobarla o dejarla siempre pendiente. Hubo épocas en las que el amor imposible fue más valorado y cantado por los poetas que el correspondido, como en la de los trovadores y juglares y en los vates románticos, tan dados al amor incondicional y al melodrama, a pesar del desdén al que fueron sometidos por sus amadas. Y qué decir del Barroco, época tan dada a la lujuria, pero en la que consumar un amor verdadero era considerado no una necesidad, sino una auténtica vulgaridad, a las damas se las amaba, pero no se les tocaba un pelo, y ni mucho menos se les ponía una mano encima.

Sorprende que bien entrado el siglo XXI, sigamos con estas diatribas, y todavía se crea en un amor no correspondido, o cómo es posible que alguien se pueda sentir complacido con un amor en el que deja aparte el sexo, como si el ser humano pudiera dividirse en varios trozos, en lugar de formar un todo de alma, cuerpo y espíritu. Resulta increíble que se pueda amar, sin tener la necesidad de poseer físicamente a la otra persona, sin hacerla tuya, por eso tan vigentes hoy día los problemas de próstata, no se eyacula lo suficiente y con los años vienen las consecuencias lógicas, a no ser que se practique el onanismo con fruición. Recurrir a esta práctica cuando no se tiene pareja o cuando se tiene, de manera ocasional, puede ser admisible, pero hacerlo de una manera permanente, dado que no deja de ser un sucedáneo, además de ser un signo de inmadurez entre dos personas adultas, es un elemento que lleva a la frustración.

Por consiguiente, lo más adecuado, en los estudios, en el amor y en la vida es ir aprobando las asignaturas cuando se vayan presentando, sin demorar ni aplazar nada y por supuesto no dejar ninguna, y ni mucho menos las gozosas, para Septiembre

                                      EL VIEJO LOBO.



 

 

3 comentarios:

EL CONSUL VITALICIO dijo...

Tal vez sea un amor triste, pero desde luego verdadero. Un saludo señor Viejo Lobo.

EL FRANCOTIRADOR dijo...

Con todos los respetos para el señor Cónsul, no coincido con su opinión. Yo pienso que no estamos para perder el tiempo y menos a ciertas edades. El amor es o no es porque es un todo, en eso coincido con el Viejo Lobo.

OSMIN dijo...

Resulta incomprensible que se dejen asignaturas de ese tipo pendiente. No me cabe en la cabeza.