Decía
el maestro Albert Boadella sobre su gran obra Teledeum, que quienes la
criticaron con dureza por ser irreverente y burlarse de la Iglesia Católica, no
la entendieron, porque según él en verdad lo que criticaba era precisamente que
esta se hubiera modernizado en sus formas y maneras. En fin que no le
comprendían.
Igual me pasó aquel día cuando escuché en la
mesa de al lado, como Salutio le contaba
a Silas, que había pedido en matrimonio a una de esas damas, haciendo, según
él, que dicha dama se riera. Bueno tengo que decir que yo también me reí. Por
un lado Salutio, parecía sincero en su petición, pero también parecía que lo había hecho como si
fuera un desafío, para demostrar que el también tenía lo que tenía que tener
para pedir algo así.
Decía Salutio , “en este teatrillo sincero
de amor, hay que ir con el corazón y la verdad por delante, caiga quien caiga,
claro que yo sabía que me iba a decir, que no, pero ella también sabía que contestarme
que no, afortunadamente”, dijo en tono solemne ,cargante, con su verborrea de
siempre, se notaba que ese día no había mujer alguna que pudiese turbar o paralizar sus diatribas
interminables. Pero sin embargo para mi desconcierto, añadió que su petición
era sincera. Puede que, como en el caso, del maestro Boadella, fuéramos el
resto los que no nos creíamos la
sinceridad de sus palabras.
2 comentarios:
No me gustan ir de farol y menos en temas tan trascendentes. Si algún día le pide matrimonio a una dama, no se preocupe de su respuesta, solamente propóngaselo a la mujer adecuada, a una que, al menos, no se ría de su propuesta.
Un abrazo.
EL VIEJO LOBO:
Desgraciadamente mi fama, no se cual, me antecede. Mientras tanto seguiré siendo feliz haciendo reír a mis damas. Saludos.
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