lunes, 19 de noviembre de 2012

LA NUEVA VIEJA FAMILIA.


La verdad es que aquellos que dicen que la supervivencia de la familia es difícil o que esta crisis se equivocan. Todo el mundo quiere tener una familia, incluso aquellos que son sus más acérrimos enemigos, da lo mismo sus inclinaciones sexuales, su raza, sus ideas políticas etc, en todo caso puede que este en crisis la estructura de lo que siempre fue la familia de toda la vida o tradicional, como diría algún giliprogre.

En esta época de relativismo moral, en que todo depende del color del cristal con que se mira, cada uno quiere que el concepto de familia se ajuste a su situación concreta, bien es cierto, pero eso también significa que la institución familiar está en plena vigencia.

Así, por ejemplo, el colectivo homosexual ha luchado denodadamente por obtener el derecho a que las uniones de personas del mismo sexo se consideren un matrimonio y no sólo eso sino que también se les reconozca el derecho a adoptar.

También personas que bien por no ser creyentes o por razones de tipo personal no quieren casarse por la iglesia, pueden contraer matrimonio civil, sin la necesidad de la intervención de una instancia religiosa.

Incluso personas que no están casadas ni emparejadas, o que viven solas (familias monoparentales), también han conseguido que se les reconozca el derecho a adoptar.

En fin que la familia, no en la forma que hemos conocido de forma tradicional, sigue teniendo vigencia, aunque sea con una visión un tanto chapucera. Me refiero al caso de los homosexuales y familias monoparentales. Pero bueno no pretendía en mi blog negar el derecho que tienen estos dos grupos de personas ni a adoptar ni a casarse, en absoluto, soy de los que piensa que una persona sólo es lo que hace, independientemente de sus inclinaciones sexuales. Pero lo que si que me hace gracia es que muchos hablen de la familia como algo caduco y trasnochado pero sin embargo todos quieran tener una, a su manera claro.


4 comentarios:

El último de Filipinas dijo...

Se te olvida los que quieren formar familia con su propia mascota, que también los hay.

EL FRANCOTIRADOR dijo...

Efectivamente y son las más sólidas,je,je,je.

candela dijo...

Discrepo. Un café negro es un café negro, no puedes llamarlo bonbón, ni capuchino, ni carajillo, ni cortado porque no es lo mismo.

Es una cuestión no solo semántica -que también- sino de concepto, cada palabra lleva aparejado un concepto, variar eso es caer en la neolengua (Orwell), el paso siguiente es cambiar y dominar a toda una sociedad alterando el lenguaje.

Por lo demás, quitando la adopción porque implica a terceros, cada cual puede hacer de su capa un sayo. Comprendo que alguien prefiera a su perro, pero esa, no es la cuestión ;)

EL FRANCOTIRADOR dijo...

Así es lo que es blanco es blanco,y lo que es negro es negro,en todo caso lo que quería enfatizar es que muchos que consideran a la familia como algo "retrogrado" sin embargo quieren tener la suya,aunque sea a su manera.