Que mejor excusa para
volver a escribir en este abandonado blog, que el cumpleaños de mi buen amigo
el Viejo Lobo. El caso es que hoy esta persona o personaje pero sobre todo
español de bien hace años, castañazos o como se diga. Siempre me han
sorprendido las peculiaridades del Viejo Lobo, y es que él al contrario que
todo el mundo, no recibe regalos de los amigos en una fecha tan señalada sino
que el los da y desde luego hoy me lo ha dado a mí.
Como saben los
asiduos a este extraordinario y cada vez más desfasado blog, los jueves es el
día de nuestra cita gastronómica, que a lo largo de todos estos años ha
transcurrido en diversos templos culinarios, en un principio fue “La Sidrería” hasta que
cambio la dirección del local y dejo de tener el encanto que tenía en un
principio. Después vino “El rey del caipirinha” donde nuestro buen amigo Sergio
nos ha atendido durante estos últimos años de una manera más que
extraordinario. Hasta llegar a la actualidad, en que gracias a la pericia del
Viejo Lobo hemos acabado en un lugar llamado “Gorgos 25” o algo así donde por un
precio más que económico se puede degustar cocina de toda la vida en cantidad y
calidad, acompañado de un buen vino, lo triste es haber dejado de acudir al
restaurante de Sergio.
Así pues ayer jueves
el Viejo Lobo y yo nos dedicamos como siempre a hablar o lo que es lo mismo,
decir monólogos sucesivos, pero que sin embargo convergían en diálogo cuando
alguien decía algo interesante. Y fue en ese preciso instante, cuando el Viejo
Lobo me hizo estremecer al mencionar una cita de Oscar Wilde, “a las mujeres no hay que comprenderlas sino
amarlas”.En un primer momento estuve a punto de exclamar una ordinariez pero al
final se quedo en un simple “y ¿ahora me lo dices mamón?,yo que siempre he
intentado hacer las dos cosas, así me ha ido claro, y el Viejo Lobo ha tardado
más de veinte años en decírmelo. Pero esa ha sido mi primera reacción, porque
afortunadamente y a pesar de que mi cerebro va a su paso (ni lento ni rápido,
sino sólo a la velocidad que puede ir), me he dado cuenta del presente tan
especial que me ha dado mi amigo en la víspera de su cumpleaños. Por supuesto
que todavía no ha cerrado el círculo conmigo, pero aún así me ha apabullado con
esa generosidad infinita con la que me
ha distinguido durante todo este tiempo.
Y es que el Viejo
Lobo es un romántico, que tienen disimular en este perro mundo donde los
mediocres nos acosan, y en el que afortunadamente no se deja arrinconar. Me
sigue impresionando que sea un pozo de sabiduría infinita, tal vez por ello y
como muestra de la modestia que caracteriza a todos los genios tiene que decir
tonterías en materia política y futbolística,
evidentemente no quiere apabullar. Expresiones como “solateras” o “caletre” no
podría haberlas conocido si no hubiera sido por él. También no se como darle
las gracias por tener tanta paciencia conmigo, por conocerme mejor que yo mismo
o pensar gracias a él que no seré tan capullo cuando alguien como él me
distingue con su amistad teniendo mucho más a perder que a ganar.
Bueno pues eso, feliz
cumpleaños y piensa que lo mejor esta por venir, un beso Viejo Lobo.
2 comentarios:
Gracias, Francotriador! Y estoy totalmente de acuerdo con usted. Lo mejor está por llegar! Sopongo que no en la realidad que está bastante oscura, pero al menos en la irrealidad. Ese mundo que usted y yo tanto conocemos.
De nada Viejo Lobo,más que irrealidad más bien podríamos de hablar de realidad transformado,cierto es que por una disparatada visión de la misma,un abrazo.
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