viernes, 16 de noviembre de 2012

BODAS DE ORO (¡CON UN PAR!).

Que mejor excusa para volver a escribir en este abandonado blog, que el cumpleaños de mi buen amigo el Viejo Lobo. El caso es que hoy esta persona o personaje pero sobre todo español de bien hace años, castañazos o como se diga. Siempre me han sorprendido las peculiaridades del Viejo Lobo, y es que él al contrario que todo el mundo, no recibe regalos de los amigos en una fecha tan señalada sino que el los da y desde luego hoy me lo ha dado a mí.

Como saben los asiduos a este extraordinario y cada vez más desfasado blog, los jueves es el día de nuestra cita gastronómica, que a lo largo de todos estos años ha transcurrido en diversos templos culinarios, en un principio fue “La Sidrería” hasta que cambio la dirección del local y dejo de tener el encanto que tenía en un principio. Después vino “El rey del caipirinha” donde nuestro buen amigo Sergio nos ha atendido durante estos últimos años de una manera más que extraordinario. Hasta llegar a la actualidad, en que gracias a la pericia del Viejo Lobo hemos acabado en un lugar llamado “Gorgos 25” o algo así donde por un precio más que económico se puede degustar cocina de toda la vida en cantidad y calidad, acompañado de un buen vino, lo triste es haber dejado de acudir al restaurante de Sergio.

Así pues ayer jueves el Viejo Lobo y yo nos dedicamos como siempre a hablar o lo que es lo mismo, decir monólogos sucesivos, pero que sin embargo convergían en diálogo cuando alguien decía algo interesante. Y fue en ese preciso instante, cuando el Viejo Lobo me hizo estremecer al mencionar una cita de Oscar Wilde,  “a las mujeres no hay que comprenderlas sino amarlas”.En un primer momento estuve a punto de exclamar una ordinariez pero al final se quedo en un simple “y ¿ahora me lo dices mamón?,yo que siempre he intentado hacer las dos cosas, así me ha ido claro, y el Viejo Lobo ha tardado más de veinte años en decírmelo. Pero esa ha sido mi primera reacción, porque afortunadamente y a pesar de que mi cerebro va a su paso (ni lento ni rápido, sino sólo a la velocidad que puede ir), me he dado cuenta del presente tan especial que me ha dado mi amigo en la víspera de su cumpleaños. Por supuesto que todavía no ha cerrado el círculo conmigo, pero aún así me ha apabullado con esa generosidad  infinita con la que me ha distinguido durante todo este tiempo.

Y es que el Viejo Lobo es un romántico, que tienen disimular en este perro mundo donde los mediocres nos acosan, y en el que afortunadamente no se deja arrinconar. Me sigue impresionando que sea un pozo de sabiduría infinita, tal vez por ello y como muestra de la modestia que caracteriza a todos los genios tiene que decir tonterías en materia política  y futbolística, evidentemente no quiere apabullar. Expresiones como “solateras” o “caletre” no podría haberlas conocido si no hubiera sido por él. También no se como darle las gracias por tener tanta paciencia conmigo, por conocerme mejor que yo mismo o pensar gracias a él que no seré tan capullo cuando alguien como él me distingue con su amistad teniendo mucho más a perder que a ganar.

Bueno pues eso, feliz cumpleaños y piensa que lo mejor esta por venir, un beso Viejo Lobo.

 

2 comentarios:

El viejo lobo dijo...

Gracias, Francotriador! Y estoy totalmente de acuerdo con usted. Lo mejor está por llegar! Sopongo que no en la realidad que está bastante oscura, pero al menos en la irrealidad. Ese mundo que usted y yo tanto conocemos.

EL FRANCOTIRADOR dijo...

De nada Viejo Lobo,más que irrealidad más bien podríamos de hablar de realidad transformado,cierto es que por una disparatada visión de la misma,un abrazo.