domingo, 23 de octubre de 2011

PLUMAS INVITADAS.


Sólo un sillón parecido a éste sería digno, de que las más insignes posaderas de las Letras Españolas de finales del Siglo XX y principios XXI,sentarán sus reales.Hoy y sin que sirva de precedente este humilde blog se viste de gala para recibir,a un genio,un maestro,un vividor,un romántico,un poeta,a mitad de camino entre Garcilaso,Umbral y mi admirado Federico.Enredador nato,español de bien,patriota,madridista de pro(en fin no todo iba a ser perfecto),mitad monje y mitad soldado,culo inquieto de nuestra función pública,secreto escrutador de los vaivenes diarios de la vida en general y de las personas en particular y más especialmente de las señoritas.

Es posible que dentro de unos siglos,cuando algún arqueólogo o sociólogo que investigue el pasado de la humanidad y casualmente se tope con mi blog,piense que esta civilización de principios del tercer milenio se caracterizaba por no ser más que un grupo de salvajes sin modales,llenos de resentimientos y mala leche,pero cuando descubra esta entrada sabrá,que no todos eran iguales.Pues existió una persona,con sensibilidad,cultura y conocimientos que amó y fue amado,que tuvo que reprimir sus ingentes conocimientos entre toda aquella chusma con la que tuvo que convivir,y pensará,con amargura,lo mal que lo debió de pasar en esa época alguien con esa enorme sensibilidad y brillantez.Afortunadamente yo podré presumir de haberlo conocido y de que haya tenido a bien colaborar en este blog,convirtiendo esta entrada en lo mejor que en él se había escrito.Gracias VIEJO LOBO y que sea lo que Dios quiera.




LA MESA DE AL LADO
Hay un país eslavo en Centroeuropa que estuvo dominado por los Habsburgo durante 400 años, tiene un odio feroz a todo lo que huele a alemán, sometido durante cuatro siglos por una cultura extranjera. El 80% de la población se identifica atea o agnóstica, aunque los creyentes, el 90 por ciento, son católicos. Y sin embargo en los tiempos actuales, el símbolo de su capital es un hombre enjuto, judío y para colmo de cultura alemana, escritor cuyas novelas rompieron esquemas, tanto por su estructura y como por su temática, que desde que su obra fue conocida, si algo nos resulta difícilmente imaginable o comprensible, se generalizó el uso del calificativo de kafkiano.
Mi admirado, en otro tiempo, Fernando Sánchez Dragó comentaba que la memoria era la virtud de los imbéciles y yo afortunadamente no me acuerdo cuánto tiempo hace, por prolijo, que un día a la semana comparto mesa y mantel con un funambulista de la existencia, y dado que ambos nos hemos dado cuenta que este mundo no tiene ningún tipo de arreglo, nos dedicamos a observarlo como si fuera una gran farándula, al estilo de El Gran Teatro del gran Calderón de la Barca. Y aunque solemos estar centrados en nuestra plática, hay algunas veces en las que es inevitable escuchar e incluso prestar atención a la conversación de la mesa de al lado.
Este último jueves fue una de esas ocasiones. Un individuo de buena planta y con el cartel de disponible grabado en la frente, le contaba a otro, con el que parecía tener una excelente relación, que acababa de volver de un viaje por los Alpes italianos, y había ido allí con la única intención de acompañar a la amiga de la dama de la que está enamorado, para que la susodicha se encontrara en un camastro de hotel con un chico italiano que había conocido en internet. Parece ser que la dama que persigue el caballero le da calabazas, y dada la situación ellas compartieron una habitación doble y él se hospedó en una simple. Cuando el Casanova internauta llegó al hotel, quería acabar con aquél asunto rápidamente y después de dos palabras propone a la chica que había conocido en el chat subir a la habitación, a lo que ella accedió inmediatamente. Por lo visto la encamada, según la describía el narrador de la historia y para no ser cruel, sino lo más respetuoso posible, no derrochaba belleza, sino todo lo contrario; el chico italiano era bajito, con aspecto de pertenecer a alguna “familia” y encima tenía un nombre que por estatura y actitud le venía como anillo al dedo, Don Vito. Una situación tan kafkiana que ni el mismo Kafka podría haber imaginado.
Son las cosas que tiene el amor. La señorita poco agraciada, regresa con su objetivo cumplido, aunque su encuentro se limitara a retozar veinte minutos con su amado internauta; y sin embargo el caballero enamorado, se vuelve después de haber rascado sus uñas en la pared, porque la dama a la que ama desde hace un montón de años lo rechaza una y otra vez.
Sólo hubiera faltado que hubieran quedado en Praga y se hubieran hospedado en el hotel Mercure, cuyo edificio fue sede de la compañía de seguros donde Frank Kafka estuvo trabajando durante 16 años. Y es que si hay algo más kafkiano que el amor, esa es la imaginación.

7 comentarios:

BERNARDO. dijo...

"Funanbulista de la existencia",menudo pájaro,ese amigo suyo.Ya era hora de que este blog subiera el nivel.Tanta política y tanta chorra.

OSMIN dijo...

La verdad es que siento una mezcla de ternura y pena por ese fulano enamorado.

El Alcalde de Moraira dijo...

Ya era hora que se contara una historia interesante en este blog y no la tenía que contar usted. Me han informado mis esbirros de sus últimas visitas a la localidad. He dado orden que en cuanto le vean cierren todos los locales de regocijo público. Aunque lo mejor es que se abstenga de aparecer por aquí,

EL FRANCOTIRADOR dijo...

Mire usted señor alcalde,yo voy a Moraira porque quiero pero principalmente por satisfacer a la señora alcaldesa a quien usted tiene muy insatisfecha y porque encima le roba su lencería.En fin cúrese de sus dolencias y un abrazo.

EL CONSUL VITALICIO dijo...

Mi abrazo y compresión para alguien que aún hace cosas,aparentemente absurdas,por amor.Tal vez aún existen personas para quienes la pasión amorosa,no es una palabra vacía de contenido.Espero que el francotirador permita más a menudo la participación en su blog del Viejo Lobo,francamente eleva el nivel.

EL FRANCOTIRADOR dijo...

CONSUL VITALICIO:

Bueno,por lo menos yo tengo en blog mucho más actualizado que usted.

EL CONSUL VITALICIO dijo...

Es que hace tiempo que las musas me abandonaron,señor francotirador.De todas maneras le agradezco su interés.