EL TEMOR A PERDER LO APRECIADO.

He estado este fin de semana en la Patria,ha sido una pequeñísima escapada,el viernes tras acabar a la tres de la tarde mi jornada laboral,cogí el coche y me largue.Como he dicho anteriormente la visita fue fugaz,lo que quedaba del viernes,todo el sábado y el domingo por la mañana muy temprano de vuelta.Como he dicho en otras ocasiones me gusta estar en la Patria,es el lugar donde puedo tocar y oler los recuerdos y también es el lugar donde me asaltan o me vienen más a la cabeza determinados pensamientos.Cuando estoy allí siempre recuerdo más si cabe a aquellos seres queridos que murieron y cuya ausencia si cabe se hace más patente en la Patria pero también recordándolos en este lugar me siento más reconfortado,pero lo que me asalta es una reflexión,no se profunda,absurda o las dos cosas,y es el hecho de que precisamente el querer o amar,es decir el sentir un fuerte cariño hacia alguien por razones familiares o más íntimas,por ser tu novia,amada o esposa,y en este caso valga la redundancia es un sentimiento que te hace sentir bien pero también,y aquí esta el problema,te hace daño cuando esa persona muere,incluso si por circunstancia hay un alejamiento físico,en cualquier de los dos casos si ese alguien a quien queremos ya no esta en el caso de la muerte de forma irreversible y en el otro de manera circunstancial o definitiva,sientes una enorme desazón y tristeza.La reflexión que quería hacer referente a este es tal vez,ese sentido trágico o dramático de la vida,buscamos la felicidad de una manera o de otra,para luego perderla por el cauce natural de las cosas,todo esto me produce una angustia en la que procuro no reparar y que por ello me afecta menos,pero que esta ahí.En todo caso no hay que desesperar siempre habrá una buena película,una buena canción y ya puestos a pedir incluso una hermosa mujer que nos sepa cuidar de la enorme grisura de la vida,yo por lo menos tuve la suerte de conocerla.

POSDATA:esta canción siempre fue para mí la mejor de Antonio Vega.