viernes, 18 de mayo de 2007

OSMIN Y SUS HISTORIAS (VIII)

Osmín personal real o ficticio cuenta sus avatares diarías,sus problemas,lo que opina de los que le rodeán.

Estuve toda la mañana,despues de llevar a mí hija Zoraida al autobus del colegio,sentado ante el ordenador recabando datos para preparle el discurso a Julio Ferrando en la Cámara de Comercio,sobre el impacto de la inmigración en el mercado de trabajo de la Comunidad Valenciana.Era siempre un trabajo muy concienzudo no precisamente porque el auditorio ante el que tuviera que hablar Julio,aunque supuestamente eran empresarios y fueran conocedores de estos temas,sino porque Julio no podía decir ninguna tontería mas de las estrictamente necesarias.Navegué por internet durante muchas horas,y casi sin darme cuenta me dió la hora de comer,el trabajo estaba muy adelantado,y así que después de llenar el estómago,rematé la faena.Me había quedado muy bien,era un estudio muy elaborado,por sectores,distinguiendo además por nacionalidades y dentro de ellas por edades,por supuesto no podía decir la conclusión a la que había llegado,porque desde luego si la transcribiera Julio no podría ni presentarse a la presidencia de la comunidad de vecinos de su urbanización,sino la "politicamente correcta",es decir que era muy positivo para la comunidad que vinieran personas de otros países a trabajar aquí porque aseguraban los cobros de las pensiones de nuestros mayores y encima realizaban trabajos necesarios que los españoles ya no querían realizar,osea no podía decir que precisamente esa inmigración incontrolada,y en avalancha en unos años supondría un colapso de los servicios sociales,como sanidad y educación,además de el aumento de la delincuencia en nuestras calles,al no tener un modo de ganarse la vida,etc.Pero bueno ya estaba hecho el trabajo,había batido mi propio record,¡vaya mierda! un cualquiera como yo en apenas unas horas podía escribir un discurso sobre distintas actividades empresariales,precisamente ante empresarios.

Mi madre había recogido a Zoraída del colegio, y me esperaba en su casa para que me la llevara,hacia de tripas corazón ante esta situación,por supuesto como persona chapada a la antigua,pero como otras mujeres de su generación que había visto como su hijo se había separado no le quedaba más remedio que aceptarlo.Mi tía Carmen era un poco más joven y la verdad es que había vivido lo suyo y era un poco menos reticente ante esta situación,pero tanto una como para otra lo que querían era verme bien aunque fuera aún solo y sin pareja.