En Junio de 1987 Ronald Reagan por entonces presidente de los Estados Unidos,visitó lo que por aquellos años era el Berlín Occidental,y entonces pronunció uno de los más vibrantes y brillantes discursos que uno haya podido escuchar en su vida,aquel viejo simpaticote,siempre objeto de burla de un montón de chusma progre y de otros niñatos que como yo en esa fecha fuimos allí a manifestarnos contra los "odiados" Estados Unidos,Dios mio cuanto gilopollas juntos unidos para hacer el imbécil,así me convenció el viejo vaquero,el discurso es este: Canciller Kohl, Alcalde Diepgen, damas y caballeros: hace veinticuatro años, el presidente John F. Kennedy visitó Berlín y habló a la gente de esta ciudad y a todo el mundo desde el ayuntamiento. Bueno, desde entonces otros dos presidentes han venido, cada cual en su mandato, a Berlín. Y, hoy, yo mismo realizo mi segunda visita a vuestra ciudad.
Nosotros, los presidentes americanos, venimos a Berlín porque es nuestro deber hablar, en este lugar, de libertad. Debo confesar que también nos atraen hasta aquí otras cosas, el sentimiento histórico de esta ciudad, más de quinientos años más vieja que nuestro propio país; la belleza del Grunewald y el Tiergarten; y sobretodo, vuestro coraje y determinación. Tal vez el compositor Paul Lincke comprendió algo sobre los presidentes americanos. Veréis, como tantos otros presidentes antes que yo, vengo hoy aquí porque dondequiera que vaya, haga lo que haga: Ich hab noch einen Koffer in Berlin. [Aún tengo una maleta en Berlín].
Nuestra reunión de hoy está siendo retransmitida a toda Alemania Occidental y a Norteamérica. Tengo entendido que se está viendo y escuchando en el Este. A aquellos que nos están escuchando desde el Este, unas palabras especiales: aunque no puedo estar con vosotros, me dirijo a vosotros tanto como a los que están aquí ante mí. Pues me uno a vosotros, tal como me uno a vuestros compatriotas en el Oeste, con esta firme e inalterable convicción: Es gibt nur ein Berlin. [Sólo hay un Berlín].
Detrás de mi se alza un muro que rodea los sectores libres de esta ciudad, parte de un vasto sistema de barreras que dividen todo el continente de Europa. Desde el Báltico hasta el sur, esas barreras cortan Alemania en una herida de alambre de espino, hormigón, patrullas con perros y torres de vigilancia. Más al sur, puede que no haya ninguna barrera visible y obvia. Pero sigue habiendo guardias armados y puestos de control; sigue habiendo una restricción al derecho de viajar, sigue siendo un instrumento para imponer sobre los hombres y mujeres comunes el deseo de un Estado totalitario. Sin embargo, es aquí, en Berlín, donde el muro emerge con mayor claridad; aquí, cortando vuestra ciudad, donde las fotografías de las noticias y las pantallas de televisión han dejado una imprenta brutal de un continente en la mente del mundo. De pie ante la Puerta de Brandemburgo, cada hombre es un alemán, separado de sus semejantes. Cada hombre es un berlinés, obligado a contemplar una herida.
El presidente von Weizsacker ha dicho: “la cuestión alemana permanecerá abierta mientras la Puerta de Brandemburgo permanezca cerrada”. Hoy yo digo: mientras la puerta esté cerrada, mientras se permita esta herida de muro, no es sólo la cuestión alemana que permanece abierta, sino la cuestión de la libertad de toda la humanidad. Pero no he venido aquí a lamentarme. Puesto que encuentro en Berlín un mensaje de esperanza, incluso a la sombra de este muro, un mensaje de triunfo.
En la primavera de 1945, el pueblo de Berlín salió de sus refugios antiaéreos para encontrarse con la devastación. A miles de millas, el pueblo de los Estados Unidos salió en su ayuda. Y en 1947, el Secretario de estado, como se ha dicho, George Marshall anunció la creación de lo que se daría en llamar el Plan Marshall. Hablando hace exactamente 40 años, dijo: “nuestra política no va dirigida contra país o doctrina alguna, sino contra el hambre, la pobreza, la desesperación y el caos”.
En el Reichstag, hace unos momentos, vi una placa conmemorativa de este 40º aniversario del Plan Marshall. Me sorprendió una pintada sobre una estructura quemada y destartalada que se estaba reconstruyendo. Tengo entendido que los berlineses de mi generación pueden recordar haber visto pintadas como esta por todos los sectores occidentales de la ciudad. La pintada simplemente rezada: “El Plan Marshall está ayudando a fortalecer el mundo libre”. Un mundo libre fuerte en Occidente; ese sueño se hizo realidad. Japón se alzó sobre sus ruinas para convertirse en un gigante económico. Italia, Francia, Bélgica, prácticamente todas las naciones de Europa Occidental renacieron política y económicamente; se fundó la Comunidad Europea.
En Alemania Occidental y aquí en Berlín, tuvo lugar un milagro económico, el Wirtschaftswunder. Adenauer, Erhard, Reuter y otros líderes entendieron la importancia práctica de la libertad; que así como la verdad puede florecer solamente cuando se le da libertad de expresión al periodista, igualmente la prosperidad sólo puede darse cuando el campesino y el empresario gozan de libertad económica. Los dirigentes alemanes redujeron los aranceles, ampliaron el libre comercio y bajaron los impuestos. Desde 1950 hasta 1960, el nivel de vida en Berlín Occidental se dobló.
Donde hace cuatro décadas había escombros, existe hoy en Berlín Occidental la mayor producción industrial de cualquier ciudad en Alemania; ajetreados edificios de oficinas, bonitas casas y apartamentos, orgullosas avenidas y amplios jardines y zonas verdes. Donde parecía que se había destruido la cultura de una ciudad, existen hoy dos grandes universidades, orquestas y una opera, incontables teatros y museos. Donde había necesidad, existe hoy abundancia; alimentos, vestido, automóviles; los maravillosos productos del Ku’damm. De la devastación, de la ruina misma, vosotros los berlineses habéis reconstruido, en libertad, una ciudad que, una vez más, se cuenta entre las más grandes de la Tierra. Puede que los soviéticos tuvieran otros planes. Pero, amigos míos, hay algunas cosas con las que los soviéticos no contaron: Berliner Herz, Berliner Humor, ja, und Berliner Schnauze. [Un corazón berlinés, un humor berlinés y, sí, un Schauze berlinés].
En la década de los 50, Kruschev predijo: “os enterraremos”. Pero en Occidente hoy vemos un mundo libre que ha alcanzado un nivel de prosperidad y bienestar sin precedentes en toda la historia humana. En el mundo comunista vemos fracaso, retraso tecnológico, niveles sanitarios en declive, incluso necesidad del tipo más básico: demasiada poca comida. Incluso hoy, la Unión Soviética no puede alimentarse a sí misma. Después de estas cuatro décadas, entonces, una conclusión inevitable se alza ante el mundo entero: la libertad lleva a la prosperidad. La libertad viene a sustituir los antiguos odios entre las naciones por civismo y paz. La libertad es la vencedora.
Y puede que ahora los propios soviéticos, a su manera limitada, se den cuenta de la importancia de la libertad. Oímos mucho de Moscú acerca de una nueva política de reforma y apertura. Se han liberado algunos presos políticos. Algunas emisiones occidentales ya no son interferidas. Se ha permitido a algunas empresas económicas operar con mayor libertad frente al control del estado.
¿Son estos los comienzos de cambios profundos en el Estado soviético? ¿O son gestos simbólicos, para dar falsas esperanzas a Occidente, o para fortalecer el sistema soviético sin cambiarlo? Nosotros damos la bienvenida al cambio y a la apertura; porque creemos que la libertad y la seguridad van juntas, que el avance de la libertad humana sólo puede fortalecer la causa de la paz mundial. Hay un signo que los soviéticos pueden hacer que sería inconfundible, que avanzaría enormemente la causa de la libertad y paz.
Secretario General Gorbachov, si usted busca la paz, si usted busca la prosperidad para la Unión Soviética y Europa Oriental, si usted busca la liberalización: ¡Venga a este muro! ¡Señor Gorbachov, abra esta puerta! ¡Señor Gorbachov, haga caer este muro!
Entiendo el miedo a la guerra y el dolor de la división que afligen a este continente; y os prometo los esfuerzos de mi país para ayudar a superar estas pesadumbres. Sin duda, en Occidente debemos resistir la expansión soviética. Así que debemos mantener defensas de fortaleza inexpugnable. Sin embargo, buscamos la paz; así que debemos esforzarnos por reducir las armas en ambos lados.
Empezando hace 10 años, los soviéticos amenazaron la alianza occidental con una nueva y grave amenaza, centenares de nuevos mísiles nucleares SS-20 más mortíferos, capaces de alcanzar todas las capitales de Europa. La alianza occidental respondió comprometiéndose un contradespliegue a menos que los soviéticos se avinieran a negociar una solución mejor; a saber: la eliminación de tales armas en ambos bandos. Durante muchos meses, los soviéticos se negaron a regatear en serio. Mientras la alianza, a su vez, se preparaba para emprender su contradespliegue, hubo días difíciles, días de protestas como los de mi visita a esta ciudad en 1982, y después los soviéticos se retiraron de la mesa.
Pero durante todo el tiempo, la alianza se mantuvo firme. E invito a todos los que protestaron entonces, invito a los que protestan hoy, a que se fijen en este hecho: porque nos mantuvimos firmes, los soviéticos volvieron a sentarse en la mesa. Y porque nos mantuvimos firmes, tenemos hoy a nuestro alcance, no solamente la limitación del crecimiento de las armas, sino de eliminar, por primera vez, una clase entera de armas nucleares de la faz de la Tierra.
Mientras hablo, ministros de la OTAN se reúnen en Islandia para revisar el progreso de nuestras propuestas de eliminar estas armas. En las conversaciones de Ginebra, también propusimos grandes recortes en las armas ofensivas estratégicas. Y los aliados occidentales han hecho, así mismo, propuestas de gran calado para reducir el daño de la guerra convencional y para establecer una moratoria total sobre las armas químicas.
Mientras perseguimos estas reducciones armamentistas, os prometo que mantendremos la capacidad para aplacar la agresión soviética a cualquier nivel que pueda darse. Y, en cooperación con muchos de nuestros aliados, Estados Unidos está desarrollando la Iniciativa de Defensa Estratégica; una investigación para basar la disuasión no en la amenaza de una venganza ofensiva, sino en defensas que verdaderamente defiendan; en sistemas que, en pocas palabras, no apuntarán a poblaciones sino que las cobijaran. Por estos medios, perseguimos aumentar la seguridad de Europa y de todo el mundo. Pero debemos recordar un hecho crucial: Oriente y Occidente no desconfiamos el uno del otro porque estemos armados; estamos armados porque desconfiamos el uno del otro. Y nuestras diferencias no son sobre las armas sino sobre la libertad. Cuando el presidente Kennedy habló en el ayuntamiento hace 24 años, la libertad estaba rodeada, Berlín estaba bajo asedio. Y hoy, a pesar de todas las presiones ejercidas sobre esta ciudad, Berlín permanece segura en su libertad. Y la misma libertad está transformando el planeta.
En las Filipinas, en Sudamérica y Centroamérica la democracia ha renacido. A lo ancho del Pacífico, los mercados libres están obrando un milagro tras otro de crecimiento económico. En las naciones industrializadas, está teniendo lugar una revolución industrial, una revolución marcada por avances rápidos y dramáticos en ordenadores y telecomunicaciones.
En Europa, sólo una nación y aquellos que la controlan se niega a unirse a la comunidad de la libertad. Sin embargo, en esta era de redoblado crecimiento económico, de información e innovación, la Unión Soviética se enfrenta a un dilema: o hace cambios fundamentales o se hará obsoleta.
Así el día de hoy representa un momento de esperanza. En Occidente estamos listos para cooperar con el Este para impulsar la verdadera apertura, para romper las barreras que separan a las personas, para crear un mundo más libre y más seguro. Y, ciertamente, no existe un lugar mejor que Berlín, el punto de encuentro de Este y Oeste, para empezar. Pueblo libre de Berlín: hoy, como en el pasado, los Estados Unidos está por la estricta observancia y plena implementación de todas las partes del Acuerdo de las Cuatro Potencias de 1971. Aprovechemos esta ocasión, el 750º aniversario de esta ciudad, para guiar hacia una nueva era, para perseguir una vida incluso más plena y rica para Berlín para el futuro. Juntos, mantengamos y desarrollemos los lazos entre la República Federal y los sectores occidentales de Berlín, como permite el acuerdo de 1971.
E invito al señor Gorbachov: trabajemos para acercar las partes oriental y occidental de la ciudad, para que los habitantes de todo Berlín puedan disfrutar de los beneficios que se derivan de una de las más grandes ciudades del mundo.
Para abrir Berlín todavía más a Europa, Este y Oeste, ampliemos el vital acceso aéreo a esta ciudad, encontrando formas de hacer que el servicio aéreo comercial a Berlín sea más adecuado, más cómodo y más económico. Esperamos ver el día en que Berlín Occidental pueda convertirse en uno de los principales nodos aéreos de toda Europa central.
Con nuestros socios franceses y británicos, Estados Unidos está preparado para ayudar a traer encuentros internacionales a Berlín. Sería muy apropiado que Berlín sirviera de sede para los encuentros de las Naciones Unidas, o conferencias mundiales sobre los derechos humanos y el control armamentístico u otros asuntos que requieren la cooperación internación.
No hay mejor forma para afianzar la esperanza para el futuro que alumbrar mentes jóvenes y nos honraría patrocinar intercambios juveniles veraniegos, actos culturales y otros programas para los jóvenes berlineses del Este. Nuestros amigos franceses y británicos, estoy seguro, harán lo mismo. Y tengo la esperanza de que se pueda encontrar una autoridad en Berlín Oriental para patrocinar visitas de jóvenes de los sectores occidentales.
Una propuesta final, una que guardo cerca de mi corazón: el deporte representa una fuente de diversión y ennoblecimiento, y puede que hayáis notado que la República de Corea, Norte y Sur, se ha ofrecido a permitir que algunos eventos de las Olimpiadas de 1988 tengan lugar en el Norte. Las competiciones deportivas internacionales de todos los tipos podrían tener lugar en ambos lados de esta ciudad. Y ¿qué mejor modo de demostrar al mundo la apertura de esta ciudad que ofrecer en algún año futuro la celebración de las Juegos Olímpicos aquí en Berlín, Este y Oeste? En estas cuatro décadas, como he dicho, los berlineses habéis construido una gran ciudad. Lo habéis hecho a pesar de las amenazas; los intentos soviéticos de imponer la marca oriental, el bloqueo. Hoy, la ciudad prospera a pesar de los desafíos implícitos en la propia presencia de este muro. ¿Qué os mantiene aquí? Ciertamente dice mucho de vuestro valor, de vuestro coraje desafiante. Pero creo que hay algo más profundo, algo que tiene que ver con toda la imagen y sentido del estilo de vida berlinés; no un mero sentimiento. Nadie podría vivir por mucho tiempo en Berlín sin ser totalmente desposeído de ilusiones. Algo, en cambio, que ha visto las dificultades de la vida en Berlín pero ha elegido aceptarlas, que continúa construyendo esta ciudad buena y orgullosa en contraste con una presencia totalitaria envolvente que se niega a desatar las aspiraciones y energías humanas. Algo que busca una voz poderosa de afirmación, que dice sí a esta ciudad, sí al futuro, sí a la libertad. En una palabra, yo diría que lo que os mantiene en Berlín es amor; un amor profundo y duradero.
Tal vez, esto nos lleva al meollo de la cuestión, a la más fundamental de todas las diferencias entre Este y Oeste. El mundo totalitario produce retraso porque es tan violento con el espíritu, aplaca el impulso humano a crear, a disfrutar, a adorar. El mundo totalitario considera una afreta incluso los símbolos de amor y adoración. Hace años, antes de que los alemanes orientales empezaran a reconstruir sus iglesias, erigieron una estructura secular: la torre de televisión en la Alexanderplatz. Desde entonces, las autoridades han trabajado para corregir lo que consideran el mayor defecto de la torre, tratando la esfera de vidrio que hay arriba con pintura y productos químicos de todo tipo. Sin embargo, aun hoy cuando el sol alumbra la esfera -esa esfera que se alza sobre todo Berlín- la luz forma el símbolo de la Cruz. Allí en Berlín, como la propia ciudad, los símbolos del amor, los símbolos de adoración, no pueden ser suprimidos.
Cuando, hace un momento, miré desde el Reichstag, esa encarnación de la unidad germana, observé unas palabras crudamente pintadas con spray sobre el muro, quizá por un joven berlinés: “Este muro caerá. Las creencias se hacen realidad”. Sí, a lo ancho de Europa, este muro caerá. Porque no se sostiene ante la fe; no se sostiene ante la verdad. El muro no se sostiene ante la libertad.
Y me gustaría decir algo, antes de acabar. He leído, y me han preguntado desde que estoy aquí, acerca de ciertas manifestaciones contra mi visita. Y me gustaría decir sólo una cosa a los que se manifiestan. Me pregunto si se han preguntado jamás que si tuvieran el tipo de gobierno que aparentemente desean, nadie podría jamás hacer otra vez lo que ellos hacen. Gracias, y que Dios os bendiga a todos.
Ronald Reagan
POSDATA:reparar en el último párrafo,el que esta en cursiva.
14 comentarios:
No lo conocía. Realmente impresionante. Oye, hay frases que son un discurso completo: Nosotros, los presidentes americanos, venimos a Berlín porque es nuestro deber hablar, en este lugar, de libertad.
Estoy seguro de que disfrutarás de este vídeo.
Señor francotirador, el discurso, de marras, del señor Reagan, esta claro que no lo escribió él. problamentement el pero actor de la historia de Hollywood, digno de los "Razzie", no puede haber escrito un discurso así. Los actores siempre han tenido "guionistas" que han escrito pra sus amos ty la marioneta de Reagan se limitó a leer un discurso, que mire usted es para ponerse a llorar, me ha emociado, mire usted tanta hipocresía que desteleba este pájaro por aquellos años.
Por un lado piendo libertad para la URSS, China, Cuba,... cosa que me parece muy bien; y por otro desestabilizando incipientes democracias como Chile, Argentina y poniendo en el poder tras golpes de estado a los mas crueles dictadores militares conocidos, todos herederedos de nuestros genuino "tío Patxi". Y claro, por supuesto, Reagan tampoco pidió libertad en ninguno de sus discursitos para los pueblos que padecian y padecen las monarquias del Golfo Pérsico, AHHHHHHH, pero allí hay que mirar a otro lado que tienen petroleo y son nuestros aliados.
Señor francotirador, no sea usted tan ingenuo y esperemos de usted un poco de rigor
Vuelvo tras comer y con café en la vena.
En relación a lo dicho por Rutas:
También el de Sarah Palin del otro día se lo escribieron y no por ello pierde contundencia. Y habitualmente todos los discursos de los políticos de nuestros tiempos se los escribe alguien. Lo importante es si se atreven a leerlos o si son blanditos y prefieren templar gaitas y cerrar el pico.
Yo lo que le reprocho a USA en este caso, al igual que al resto de los aliados, es que vendieron a Alemania y se repartieron los restos de su cadáver como si fuera una tarta de manzana, y permitieron que los comunistas tuvieran sojuzgada durante más de 40 años una de sus partes. Por cierto, la más artísticamente rica, con la isla de los museos y tal.
Yo soy proamericano, por que si no fuera por ellos hoy habalariamos ruso o aleman, y si no fuera por ellos hoy nuestras mujeres llevarian velo.
Nuestro modo de vida es amricano, no hace falta decirlo, bebemos cocacola, escuchamos a Madonna, vemos a la Paramount y a Metro Goldwin Mayer, nos gusta la NBA, nos emocionamos con los Apolo, Columbia y compañia, comemos hambuerguesas, vestimos vaqueros etc
Tambien nuestro modo de vida es americano aunque muchos lo nieguen, y eso es bueno, por que solo de imaginar el modo de vida ruso, chino o musulman, que son las otras opciones se me ponen los pelos como escarpias.
Reagan fue uno de los mejores presidentes de la histaria de EEUU y el ultimo parrafo que señala el Francotirador me parece que es acertadisimo y que Rutas no lo ha leido o entendido.
Yo estoy con Rutas.
Hispanicus, con todos los respetos, eso de que si no fuera por los americanos, hablaríamos ruso y alemán, no te lo crees ni tú.
De acuerdo, es muy bonito poder decirle a Reagan que no nos gusta su política, pero eso no le da derecho a ningún presidente americano a invadir y bombardear un país porque no les guste el dictadorzuelo de turno.
Tampoco tenemos derecho entonces a decirle a Iran que no tenga armas nucleares, ¿no?
Si tuvierais un vecino que sabeis que es un asesino y que os quiere matar, ¿le dejariais si pudierais, tener un arma, o se lo prohibiriais?
Si fuerais capaces de prohibirselo, lo hariais, por simple poder.
No nos engañemos, no es lo mismo que EEUU tenga armas nucleares, que las tenga Iran, no es lo mismo invadir Iraq, que invadir Francia y los Israelitas saben mucho de esto, pues ellos son los primeros en la lista, nostros (europa) los segundos.
Al Neri, si EEUU no hubiera defendido a Inglaterra en la II guerra mundial, Alemania hubiera ganado de calle, y eso da mucho que pensar. El dia que EEUU caiga, veremos a todos esos antiamericanos pidiendo a gritos que vuelvan, pasa lo msimo que con el ejercito, nadie lo quiere pero cuando hay problemas bien que se pide que haya un ejercito competente.
¿Tiene derecho la policia a "invadir" mansiones de capos de la mafia? ¿Hay policia a nivel mundial con el suficiente poder como para perseguir estados terroristas? ¡NO!, pues vuelvo a lo de antes, si tu tienes poder para cortarle los huevos a Gadafi, lo haces antes de que pase lo de Lockerby, yo lo haria por lo menos, con ese y con el que sea, SAdam, Amadineyah, Kim etc.
No solo soy proamericano, soy proisraeli tambien, el unico pais de oriente medio democratico y donde hay libertad, tanta como para que critiques lo que te de la gana sin que te capen como a un cerdo, y por eso luchamos, por la libertad. (Me ha salido como a William Wallace)
Pues a ver si cae pronto EE.UU, a ver qué decimos los antiamericanos.
Para rutas,su ignorancia sobre la historia contemporanea es absoluta,en primer lugar cuando Ronald Reagan toma posesión como presidente de los Estados Unidos en enero de 1981 Chile que había sido una de las democracias más antiguas de América del Sur,era dictadura desde 1973 (es decir antes) y Argentina lo era desde 1976 (también antes) fue durante el mandato de Ronald Reagan en 1983 cuando los militares tuvieron que dejar el poder por la presión popular,por cierto en los siguientes años de la década de los años 80 es decir durante el mandato de Reagan poco a poco los países sudaméricanos dejaron de ser dictaduras para convertirse en democracias,SEÑOR RUTAS NO TIENE NI PUTA IDEA DE HISTORIA (vamos como en los tiempos de su añorado abuelo Patxi donde muchos como usted comieroN de él para luego despotricar cuando ya estaba muerto y enterrado),desde luego Estados Unidos apoyo dictaduras claro,y eso estuvo mal pero lo hizo por la situación de guerra fria,en que la URSS no solo auspicio sino que apoyo con tropas en los países del Este la existencia de esas dictaduras militares,Estados Unidos nunca envio tropas para apoyar las dictaduras sudacas,y desde luego no creo que sea tan mentecato para negar que las democracias de la Ëuropa Occidental siempre han sido más prósperas y ricas que los paises de la Europa Oriental,por eso los berlineses pasaban de la zona comunista a la otra y no al reves.Por cierto la parte en cursiva que ve en ese discurso eran palabras suyas,son tan simples que hasta usted las entendería,son palabras que no se le ocurrirían a Rodriguez ni en un millón de años.¡ES LA DEMOCRACIA OSTIA!
Para Al Neri,es obvio que si los USA no hubieran intervenido en la
1ª y 2ª Guerra Mundial habrían ganado los alemanes,En 1917 los alemanos les estaban dando a base de bien a los tontos de los franceses,porque un año despues cuando la Rusia soviética firma la paz con Alemania,estos disponían de gran cantidad de tropas para desviarlas del frente oriental al occidental,en fin algo muy simple de entender,y en 1941 cuando los americanos vuelven a intervenir a los rusos también los estaban jodiendo a base de bien,a los franceses como siempre ya se habian rendido y los ingleses estaban a punto de caér,la intervención norteamericana permitió además de recuperar el resuello a los aliados en Europa y en concreto a los Británicos en África,también facilito a los rusos que no tuvieran que ocuparse de los japoneses en el Pacífico,es decir el ejército norteamericano tuvo que mantener a pleno rendimiento dos frentes el del Pacífico contra Japón y en Europa contra Alemania .Y luego tras el fin de la 2ª guerra Mundial ayudo a la Europa Occidental principalmente a nivel económico para que no cayese en la órbita comunista,que supuso en otras cosas que las políticas sociales de los laboristas en la segunda mitad de los 40 se pudieran llevar a cabo,además de en el resto de la Europa Occidental por eso como le digo a Rutas en la otra respuesta los del Este se querían venir al Oeste y no al reves.En cuanto al caso de España efectivamente no movieron al dictador pero eso fue precisamente porque al contrario de lo que paso con gran parte de las dictaduras sudacas en los 80,Franco no tuvo una verdadera oposición hasta.... su muerte,que le vamos a hacer así es nuestro "heróico pueblo español",vamos como Rodriguez no esta mancillado por ninguna idea.
Para no a todo e Hispanicus,creo firmemente que las causas más dignas y decentes (y tal vez las únicas) que hay en la actualidad en el mundo son,la defensa del Estado de Israel,y nuestros compatriotas que tanto en las Vascongadas como en Cataluña defienden a España.Solo deciros que este gran discurso y habla de dos ideas muy simples y básicas,la libertad y la democracia.Libertad para poder ejercer tus derechos sin menoscabar los de otros y democracia para poder elegir entre diferentes opciones políticas.
Yo no he dicho que no hubiera ganado Alemania de no intervenir EE.UU.
Señor francotirador es usted un zoaquete de verborrea incontenible, pero sin ningún sentido. Ya se que Reagan llego despúés que Pinocho y Videla, pero no hizo absolutamente nada para que volviera la DEMOCRACIA, LA LIBERTAD y con ella LA PROSPERIDAD, al pueblo chileno o argentino, que por cierto al señor Reagan le importaban un auténtico pimiento, al igual que otros con la invasón de Granada y Panamá. Esta vez el presunto ganador de Razzies no tiene escapatoria, no es que mirara para otro lado, sustentando a dictaduras crueles, sino en estos casos mandado él mismo la invasión, conquista, sumisión o como coño quiera usted llamarles.
Señor rutas ¿en que quedamos? ¿queremos que los Estados Unidos intervenga en los asuntos internos de Hispanoamérica? ¿si o no?,aclarese,se lo repite durante el mandato de Ronald Reagan se dio no solo el final de la guerra fria si no que además gran parte de los paises sudamericanos recuperaron la democracia.
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