Osmin,personaje real o de ficción cuenta sus vivencias,alegrías,tristezas,en definitiva lo que le rodea y percibe.
Aquel día en el trabajo era como otro cualquiera es decir gris,pero cuando perteneces a ese estirpe de supervivientes en que con el paso de los años te has convertido casí te sientes aliviado por esa sensación de monotonía pero también de tranquilidad.Eran vísperas de vacaciones y la actividad en la Tesoreria era frenética,tenía un montón de balances que pasar a limpio,además de tramitar algunas facturas que tenían que ser abonadas a la mayor rapidez,todos ibamos muy atareados o mejor dicho casí todos.CA,estaba como siempre "por allí",literalmente "por allí",es decir de presencia física,pero como era habitual en ella sin hacer nada,la perfecta inútil,no trabajaba porque además de que era vaga se lo permitían,era burra tal vez debido a la anterior circunstancia,además de otra serie de "virtudes" como el hecho de ser una asquerosa clasista hipócrita,y de ser una reprimida a la que se le iban los ojos detras de cualquier pantalón,incluidos desgraciadamente los mismos y más sobre todo a partir de mi divorcio y todo ello a pesar de que pasaba ampliamente de la cincuentena,estaba casada y tenía ya dos hijos mayores.Pero las circunstancias eran esas,y me cabreaba o dicho en otras palabras más adecuadas me jodía mucho,era desesperante vértela por el despacho sin hacer nada,pretendiendo encima que le hicieras caso,cuando además yo estaba de trabajo hasta las cejas,y mi amiga MB también,el verdadero cerebro del servicio quien tiraba del carro.Todo esto como ya comenté anteriormente era responsabilidad de nuestro jefe que ni estaba ni se le esperaba,a él le daba igual mientras el trabajo saliera el resto le era indiferente,mientras MB le quitara la porquería en la gestión de los balances y yo los pasase a limpio,le daba igual.Por eso no solía asistir a las cenas de trabajo,con tal de no compartir mesa con cierta gente.Por otro lado,en esos precisos momentos estaba esperando la llamada de Julio Ferrando para que me dijerá que le había parecido mi discurso que tenía leer en la Cámara de Comercio,eso si que me importaba pues una parte importante de mis ingresos venían de ahí,y aunque tuviera que escribir cosas con las que no estaba de acuerdo me servía para por lo menos no perder facultades.
Aldama aprieta
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Confieso que ayer hasta las nueve y media, uno habría apostado porque Juan
Lobato iba a tirar la toalla después de su incierto manejo de lo que a él
le afe...
Hace 1 día
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